La búsqueda de Eris

Capítulo 7: Objeto transneptuniano masivo.

Kushel miro a Levi con algo de pánico en los ojos mientras el abuelo anunciaba el temprano embarazo de Mikasa, nadie de los presentes sabría bien si la noticia era buena o mala, principalmente porque el embarazo estaba dentro de los planes de la familia, pero nadie pensaría que sería casi un mes después de que la pareja se hubiera comprometido de manera oficial.

—¿Qué es exactamente lo que planeas? —pregunto Kushel cuando los adultos empezaron a simplemente suspirar y felicitar a la joven pareja.

—Ya lo verás. —termino por responder Levi de manera cortante. —Solo siéntate a esperar, si esto sale bien, hasta tú tendrás tu libertad.

Dicho eso, se alejo lentamente, andando hacia la salida, Mikasa le dirigió una mirada interrogativa desde su lugar, pero no hizo la seña de acercarse a preguntarle directamente, en su lugar, simplemente se quedo de pie a un lado de Erwin, quien la sostenía de la cintura levemente.

—Tendrían que casarse en los próximos tres meses, no queremos que sea demasiado notorio el embarazo. —dejo salir la madre de Erwin mirando a su futura nuera con una sonrisa amable. —Estoy emocionada por conocer al nuevo heredero.

—No te preocupes, madre. Afinaremos rápidamente los detalles.

Preguntar o hacer averiguaciones en realidad no tendría mucho sentido, Erwin Smith no sabía por donde podría empezar a hacer esos cuestionamientos. Esa noche había bebido un poco, ligeramente estresado, entre el regreso de Levi y el desafortunado compromiso, había estado bajo mucho estrés, liberarlo con algo de alcohol no sería nada nuevo. Recordaba haber vuelto a la casa principal gracias a su chofer, quien le había dicho que su madre necesitaba hablar con él a la mañana siguiente, también recordaba vagamente escuchar sus regaños por llegar en esas condiciones.

Lo siguiente había sido un grito matutino despertándolo y la sensación del cuerpo medio desnudo de esa chiquilla, quien estaba totalmente avergonzada, intentando cubrirse con las sabanas mientras su madre entraba apresurada a cuestionarlos y saber que es lo que había pasado realmente esa noche. No podría decirlo por su propia cuenta, realmente no recordaba nada.

Aun así, había optado por creer en la versión de la cría. Que solo lo había ido a visitar para darle unos papeles que le había pedido antes y que abuso de ella en ese estado de ebriedad. ¿Era posible? Si, hacia mucho que no había liberado el estrés sexual y al ver a quien sería su futura esposa, suponía había visto la oportunidad perfecta.

No importaba realmente, la boda se adelantaría, estarían no solo casándose, si no también dando un futuro heredero a ambas familias, por lo que merecerían tener todos los privilegios posibles. Aunque por el momento las dos partes parecían un poco reacias a la noticia, sabía que en cuanto tuvieran al bebé en sus manos, todos estarían terriblemente felices que no había nada que los adultos les negaran.

¿Qué importaba como habían sucedido las cosas? Era culpa de Mikasa después de todo, él solo estaba ebrio.

Al ver a Levi abandonar la sala solo después de anunciar la nueva noticia, una sensación de alivio y dicha le lleno el pecho, acercando más a Mikasa a su cuerpo, pensó que al final, él había ganado. Quizás nunca le había ganado en ajedrez, pero en cosas reales de la vida, él era el triunfador. En cuanto el abuelo Ackerman tuviera al niño en sus manos, inmediatamente le daría el poder que le hacia falta.

—¿Tu hermano no planea felicitarte por la buena nueva? —pregunto sarcásticamente.

—Sabes que Levi odia las multitudes.

—Espero que cuando nuestro hijo nazca no sea tan seco. Después de todo será el primer niño en varios años. ¿No te parece?

Mikasa asintió secamente, luego suspiro tocándose el vientre. Esperaba que realmente el plan funcionara, porque de lo contrario, no solo estarían perdiendo todo, si no que varias cabezas estarían rodando por los suelos lustrosos de esa casa.