Capítulo 3: Un otoño a -217º C

18 6 56
                                    

Había salido del país bajo una situación vergonzosa, como si hubiera cometido el peor de los crímenes, cuando al final, solo era un niño que no había tomado las mejores decisiones, o, mejor dicho, no había sido capaz de prever la situación, tal y como sucedió. Pero ¿Quién podría hacer algo como eso?

Ahora era capaz de volver nuevamente.

Una parte de él hubiera preferido simplemente no regresar jamás, perderse en las inmediaciones del mundo y solo existir, podría seguir adelante, no mirar atrás ni tampoco preocuparse por esas acciones que lo habían obligado a olvidar todo. Pero... no era tan fácil, él no era capaz de olvidar como si nada hubiera pasado, dejar atrás las cosas no era su estilo, ni mucho menos. Además, jamás permitiría que su hermana viviese un infierno aún peor, una vida desdichada viviendo a la sombra de alguien tan terrible.

Se refugio en un país vecino, retomo sus estudios bajo una estricta vigilancia, al menos durante el primer año, gracias a esa semana en el reformatorio, luego, al igual que en la preparatoria, se hizo rápidamente de los puntajes principales en la carrera, siendo alguien que fácilmente sobresalía, no solo de manera académica, sino también de manera política, social y sistemática, por lo que seguir preparándose para un posgrado no fue demasiado complicado.

Adaptarse y seguir adelante, siempre sería capaz de hacer ese tipo de cosas.

Más tarde, solo por pura curiosidad incursiono en el ámbito literario, por suerte gano un concurso para el que había sido recomendado y después de eso, un editor lo busco para publicar en un compendio de cuentos de terror y estaban interesados en hacerlo parte del programa. Solo necesito un poco de empuje para entonces convertirse en una eminencia del terror, haciéndose un lugar importante en ese género literario. La editorial lo acobijo en todos los ámbitos posibles y casi cuatro años después era realmente reconocido, aun cuando jamás hubiese mostrado el rostro al público, lo que hacía que su popularidad creciera como el universo mismo.

Sin querer, se hizo con popularidad y poder, se había hecho de un nombre sin necesidad de recurrir a su familia o de las conexiones que esta tenia, le había sido más beneficioso que lo sacaran de su jugada, él podría hacer lo que quisiera sin restricciones. Su madre se volvió un apoyo fuerte, secundándolo, se convirtió en la mujer que no podía bajo el yugo de su familia. Solo la perdono por un par de cosas, mientras aún se guardaba el derecho de odiarla por enfrentar a su hija a un futuro caótico.

—Preferiría que pienses mejor las cosas, al final, las cosas podrían empeorar y solo saldrías más dañado. —Kushel lo miro seriamente mientras bajaban del avión.

Levi suspiro y le dedico una mirada igualmente severa, la mujer negó lentamente, como si conociera todo lo que esa mirada ya decía por si misma.

Kushel había escuchado la versión de los hechos de su propio hijo, poniendo en duda muchos de esos datos, dentro de su mente y memorias, Erwin Smith era un amigo de la infancia de sus hijos, un compañero y confidente, un niño educado y amable, por lo que escuchar lo que había hecho con su hijo realmente la dejo sorprendida durante algún tiempo, aun cuando se le mostraban ciertas pruebas, le costo un poco asimilarlo. ¿Cómo es que eso era posible? Luego comprendió porque Levi le resentía tanto que hubiese terminado en aceptar que ese chico se convirtiera el futuro esposo de su única hija.

—No voy a entregarle a mi hermana tan fácil. Además, quiero que pague todo lo que me ha hecho. Yo no soy mi tío ni el abuelo, no le tengo ningún tipo de compasión ni tampoco le debo nada. —había dicho Levi cuando le conto todo a su madre. —Ni siquiera te debo nada a ti, al final, quien pudo salir adelante solo, fui yo.

Esfuerzo, conocimientos, sangre y sudor, todo le había costado a él. A veces, hasta de forma monetaria, trabajando a medio tiempo, consiguiendo becas y tratando de usar lo menos posible el dinero de su familia. Deseaba cortar todo tipo de lazos con ellos, entre menos se relacionaran mejor.

La búsqueda de ErisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora