Capitulo 2: El encuentro de Disnomia.

21 7 34
                                    

Jaque.

En realidad, el movimiento que había logrado hacer hace ocho años había sido un jaque. Para su infortunio, el viejo Ackerman aun contaba a Levi como su heredero y planeaba dejarle un control sobre ciertas acciones, dejándolo a él como la segunda opción. Enviarlo lejos de la familia no había sido suficiente para dejarlo fuera de la jugada. Y eso era lo que más le molestaba. Incluso con el paso del tiempo y la distancia, él no había pasado esa prueba de sangre, él tenía conocimientos, se había matado en la universidad para demostrar que era capaz de hacer uso de todo el imperio que tenían ambas familias sin problemas, pero al final, solo le correspondía lo que se supone que Mikasa tendría en algún momento.

Era inevitable no llenarse de frustración al respecto.

Y luego, tendría que enfrentarse a su vuelta, ocho años después. Al final, la promesa había sido cumplida y estaría de regreso para la celebración de compromiso de su hermana, ni un día más tarde. No sabía precisamente como es que las cosas deberían ser tomadas después de eso, cuales serían sus siguientes movimientos.

Estaba seguro de que Levi no llegaría con una bandera blanca de paz, sabía perfectamente que llegaría con sed de sangre, si bien no sabía cómo habían sido las cosas al final, estaría buscando responsables y blandiendo el hacha para acabar con cualquiera que le irritara. Había escuchado que incluso su temperamento se volvió terriblemente irritable y poco tolerable.

—Mikasa. —soltó al ver a la niña cruzar la sala con el teléfono en las manos.

Ella se giro lentamente hasta enfocarlo.

Era increíblemente parecida a él. Lo cual era realmente estúpido, porque por alguna razón, la sangre Ackerman era escalofriantemente dominante, toda esa familia tenia un parecido impresionante, por lo que nadie dudaría que fueran familia. Mikasa se parecía a su madre, a su tío, a sus abuelos, pero por alguna razón, siempre terminaba viendo a Levi al verla a ella y eso aumentaba su odio hacia esa cría. Desde la forma de sus ojos hasta sus gestos. Era realmente insoportable, no podía dirigirle una sola mirada porque de inmediato su mal humor emergía.

—¿Sí? —contesto ella.

—¿Has revisado el menú de esta noche? —pregunto mirando el itinerario.

—Lo hice, aunque tuve que cambiar un par de platillos.

—Recuerda que mi madre es alérgica a los guisantes, no hagas cosas sin avisarme antes. ¿Qué pasaría si cometes un error y todo es un caos? —cuestiono con irritación.

—Ah... solo cambie el postre por un pastel de fresas y mi entrada, no me gustan las nueces, también lo había dicho antes. —Mikasa casi puso los ojos en blanco con molestia, pero se contuvo a tiempo.

Eran ese tipo de actos lo que hacia que quisiera golpearla contra la pared y decirle lo despreciable que era. Pero sabía que al final, ella solo era una niña, apenas estaría cumpliendo los diecinueve años en los próximos meses. Sabía que terminaría siendo una hermosa mujer, era consciente de que en realidad casarse con ella no era lo peor que podría pasarle y que si ambos se esforzaran un poco, los dos podrían tener un matrimonio más llevadero. Pero tampoco era sencillo de llevar a cabo, ella era la hermana de la persona que más odiaba en el mundo y él era la persona que le casi le había costado la integridad a su hermano.

Llevarse bien, era una misión un poco complicada.

—Solo has tu parte, intenta no arruinar la noche, gente importante también estará presente.

—Lo sé, lo sé.

Erwin volvió a ver el itinerario, Levi no tendría que aparecer hasta que fuera el evento, pero conociéndolo, no le sorprendería que hiciera una entrada triunfal, opacando la situación.

La búsqueda de ErisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora