Capítulo 4: Tan lejos del sol que congela.

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Cuando Eren salió de casa de su tía, tenía las esperanzas sobre el cielo, pensando que podría tener mejor posibilidades, quizás recuperar a su hermana, un poco su vida, cosas preciosas que uno llegaba a soñar en su adolescencia, un mundo rosa al cual quería pertenecer porque creía que era lo mejor.

Le costó llegar a la estación de trenes por su cuenta, en una ciudad nueva donde poco se había movido por su cuenta, fue como descubrir un país completamente diferente, al inicio tenía miedo sobre llegar tarde, perder un tren que no existía se volvió un terror viviente y ese terror crecía conforme el tiempo avanzaba, sentado en las bancas de espera, con las rodillas desnudas y un yeso en su brazo, mirando a la gente yendo y viniendo, algunos mirándolo con algo de lastima, a veces con burla y otras con tristeza. Para ese momento, cosas como ¿De qué vamos a vivir? ¿A dónde vamos a ir? ¿Como enfrentaremos el futuro? no pasaban por su cabeza ni por accidente, tiempo después se dijo que estaba siendo demasiado ingenuo e inocente, pero al mismo tiempo, llego a extrañar esos momentos donde las grandes preocupaciones no existían.

El reloj gigante del centro de la estación marco medianoche y al mismo tiempo la salida del último tren rumbo al fin del mundo también llego. El miedo se volvió preocupación, ¿Levi estaría bien? ¿Había encontrado problemas para llegar? ¿Se había equivocado de sitio? reviso el teléfono en repetidas ocasiones, se preguntó si debía hacer una llamada para contestar sus dudas. Uno de los empleados de la estación le dijo que estarían cerrando la central a la una de la mañana y que no podía permanecer en ese lugar y entonces llegaron preguntas sobre que hacia allí o a quienes estaría encontrando, sin respuestas tan fijas tendrían que llamar a la policía ya que era menor de edad.

Intento llamar en varias ocasiones hasta el horario que ese hombre le había dado, pero cada ocasión era denegado, como si lo hubieran bloqueado, haciendo que entonces su miedo se volviera tristeza y después decepción. ¿Qué había pasado?

La última llamada se reprodujo en su mente. "No vuelvas a llamarme." "No debiste contactarme." Así eran las cosas después de todo. ¿Cierto? Esperaba muy en su interior que solo fuera un mal juego de la vida.

Arrastro su persona fuera de la estación, diciendo que había cometido un error y estaría volviendo a casa. Por alguna razón el regreso fue mucho más sencillo que la ida, un taxi se paró junto a él, diciéndole que alguien le había pagado para llevarlo de vuelta, no se preguntó si era una estafa, una persona que traficaba órganos ni un ladrón, solo abrió la puerta y se subió al asiento trasero. Si moría... si moría... al menos el orgullo dolería menos y su corazón dejaría de sufrir. Al llegar a casa, su tía lo recibió con brazos abiertos, pero difícilmente fue para consolarlo, solo para recordarle que era tonto, fácil de engañar y torpe, como si solo disfrutara de verlo sufrir, regocijándose en su propia verdad inventada.

Y como parte de un proceso, el miedo y la decepción se diluyeron en su ser, transformándolo en resentimiento, molestia e irritación. ¿Por qué las cosas habían llegado a ser de ese modo? ¿Qué había hecho para que le pagaran de esa manera? ¿Acaso estaba burlándose de él? ¿Acaso no lo quería? había días donde lloraba con desasosiego y otras donde odiaba a absolutamente todos. Como una luz no deseada, recordó a Erwin, nuevamente confiando en que sería el ancla que necesitaba, aun cuando no lo tolerara. Pero la respuesta no fue mejor.

Erwin le pidió disculpas de mil y un maneras, diciéndole que para cuando le envió el número de contacto, él no sabía nada, realmente estaba siendo sincero al decirle que quería que ellos volvieran a tener una última charla, el accidente había sido terriblemente desafortunado, sin embargo, él no esperaba que Levi al final, fuera esa clase de persona.

Tú de seguro no lo sabes, pero su familia y la mía son demasiado cercanas, tanto que voy a casarme con su hermana, es un matrimonio arreglado, por ende, él también tiene que casarse con alguien que su familia haya elegido para él. Pensé que te lo habría dicho para que pudieran terminar las cosas mejores, pero... bueno, esa es la razón por la que esta yéndose del país. Su matrimonio ya está arreglado.

La búsqueda de ErisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora