Oscar
Decir que no me sentía nervioso era pura mentira, no me sentía de este modo hace años y si bien tuve que hacer esto con Lily fue hacía mucho, comparado con los padres de Lando era una diferencia total y no debía tener la valentía de compararlos.
Uno estaba más alejado que el otro.
Lando y su padre eran casi idénticos, además de sus ojos que llamaban completamente la atención, los de su padre eran más intensos y oscuros transmitiendo un poder enorme sobre las demás personas. Débiles como lo soy yo en este momento.
La pregunta que su padre hizo para mí no me tomó por sorpresa, en cambio, lo había estado esperando luego de que Lando me contara cómo habían reaccionado sus padres cuando él les dijo que le gustan los chicos. Me había preparado mentalmente para esa situación pero ahora todo se iba a ir bien a la basura al verlo mirarme fijamente quitándome el aliento por los nervios.
-Y dígame joven ¿usted quién es exactamente?- su voz sonó áspera.
Leí su rostro en un segundo, la curiosidad se podía ver, estaba probándome, quería saber cómo reaccionaría y estaba claro que no daría una mala impresión.
Suspiré lentamente, cuidando mis próximas palabras.
-Como pudo ver soy su compañero y también estamos saliendo-
Claro y breve. No tenía nada más que mostrar mi sonrisa de orgullo ante lo que había dicho.
Él se movió en su lugar apretando la mandíbula, me puse alerta ante eso ya que lo menos que quería era que reaccionara mal o que pensara que lo estaba desafiando con mis palabras, no, nada de eso era lo que quería.
Sentía una pequeña adrenalina pero ante eso estaba listo para oír sus palabras.
Asintió brevemente, miré a la madre de Lando quien tenía una diminuta sonrisa que no quería dar a mostrar.
-Bien, entonces todo va bien ¿cierto hijo?-
Mi mirada corrió rápidamente hasta la de Lando quien miraba sus pies y los movía, asintió sin poder mirar a su padre, me sentí afligido por eso.
Lo que yo quería con esto era que ellos se volvieran más unidos, como lo habían sido una vez, hacía mucho tiempo atrás. Eso podía volver, tan sólo los tres debían poner de su parte.
No me quedaría de brazos cruzados.
-Señor Norris ¿podemos charlar un momento?-
-Claro, sin problemas- sonrió.
Nos movimos algo lejos de Lando y su madre, mientras buscábamos un lugar más alejado para hablar mis ojos no abandonaron en ningún momento a los otros dos.
Lando y su madre empezaron a hablar rápidamente.
-¿Cuál es el problema?- su voz con total calma fue lo que me hizo hablar.
-No me malinterprete señor pero puede que sean ustedes dos-
-¿Ah sí?-
-Sí. Durante estos meses Lando se volvió alguien muy importante para mí, todo pasó de un día para otro sin aviso. No me había dado cuenta, tampoco le voy a negar que hice llorar a su hijo y no exactamente por algo bueno- cuando dije eso él se movió y sentí mi corazón latir más rápido -sé que él pasó por muchas cosas y las dos más fuertes en especial, aún no me ha dicho algo sobre eso y lo que estoy buscando con su hijo es una relación sana, llena de confianza- seguí mirándolo, se veía feliz hablando con su madre -pero si eso quiero lograr lo primero que quiero que él haga es restaurar la confianza con sus padres ¿me entiende?-
-Claro niño, lo hago-
-Yo le pedí que los llamara para invitarlos a venir a verlo, sé que para él eso significó mucho, que ustedes estén aquí presentes para él es como una meta que por fin pudo alcanzar y créame que jamás lo había visto tan feliz. También deseo que ambos lo entiendan, querer a alguien de su mismo sexo no está mal, sé algo más o menos de lo que pasó porque se lo pregunté a Daniel. Lando era muy joven cuando todo eso pasó y es doloroso tan sólo pensarlo-
Esta vez fue él quien suspiró, lo miré, en sus ojos se podía ver el arrepentimiento.
-Sé que todo lo que le hicimos pasar a mi hijo es lo peor que los padres pueden hacer, estábamos confundidos en aquel entonces, lo primero que tuvimos que hacer fue apoyarlo ante todo... ahora no puedo hacer más que arrepentirme de la decisión que tomé-
-Puede volver a hablar con él, tomar confianza de nuevo y antes que todo pedirle disculpas. Nada es imposible en estos tiempos, hay que saber perdonar y perdonarse a sí mismo- dicho eso me alejé de él y caminé hasta Lando.
Él y su madre estaban en un abrazo que podía decir miles de palabras y disculpas. Al poco tiempo nos despedimos y alejamos de ellos.
-Mamá me pidió disculpas- él dijo mirándome con una sonrisa.
Sus lágrimas rápidamente se acumularon en los bordes de sus ojos y pronto se encontraba llorando en mis brazos.
-Todo irá mejor, cariño, te lo prometo-
ESTÁS LEYENDO
Realmente me gustas | Landoscar
FanfictionLando no pensó que volvería a amar, mas Oscar le ayudó a darse cuenta de que sí podía hacerlo una vez más. N° 9, 11 y 15 en Landoscar!! •Narrado en primera persona.