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Oscar

Lily fue quien una vez más interrumpió esa batalla que estaba dándose entre mis pensamientos y los del inglés, me miró con curiosidad y sin aviso alguno se acercó a él.
-¿Oh? ¡Oscar no me dijo que tiene amigos nuevos, no me habló de ninguno de ustedes!. Un gusto, soy Lily, la novia de Oscar- estiró la mano hacia Lando.
Este puso sus ojos por un breve momento sobre mi y luego de unos segundos estrechó su mano con la de Lily en un saludo bastante incómodo. Ella se veía feliz conociéndolo.
-Un g‐usto Lily... créeme que Oscar sí habla mucho de ti-
Su sonrisa en ese momento fue lo que más me dolió, si esa era mi reacción, él la estaba pasando peor de lo que me mi cabeza podría imaginar.
Lily giró con alegría hacia donde me encontraba y llegó hasta mi para abrazarme y dejar un beso corto sobre mis labios pero yo seguía mirando a Lando, sus ojos cada vez más rojos y tristes de aguantar las lágrimas.
-Debo, irme- dijo apresurado.
Negué inconscientemente y cuando empezó a moverse hacia la puerta lo seguí, dejando a Lily detrás y yendo de nuevo tras Lando.
-Lando, no, espera, por favor-
Logré sujetarlo de la muñeca, para cuando giró a mirarme ya las lágrimas caían libres y su expresión era más dolorosa que antes.
-Perdóname- pronuncié con la voz rota de verlo así.
Él, sin decir nada más se fue, soltandose de mi agarre y sintiendo como se llevaba con él cada momento que habíamos pasado en las últimas horas.

。゚•┈୨♡୧┈• 。゚
Lando

Lo supe, desde un principio supe que esto no funcionaría, no de esta manera pero igual fui con los ojos vendados detrás de algo que no lograría alcanzar.
Esa relación soñada era difícil de alcanzar.
Al salir en la calle parecía ser que con más fuerza la realidad había chocado contra mí cuerpo, la mañana se sentía más fresca o era mi imaginación.
Lo único que necesitaba en este momento era ir junto a él y desahogarme como debía ser. Era la única manera de sentirme mejor.
Mientras caminaba sentía que el aire no llegaba de manera correcta a mis pulmones, era como si todo se acumulara una vez más y me hacía sentir de la misma maldita manera que la primera vez.
No podía ser de nuevo así.
Intenté olvidarlo, dejar atrás aquel dolor del pasado que me había atormentado tanto, pensé que ya no estaba presente y era esta la primera vez que volvía a presentarse ese sentimiento de ser rechazado, no valorado y con miedo a perder todo lo que estaba por empezar.
Pensé que había cambiado, pero me encontraba en el mismo lugar seguro sin haber avanzado nada, mi corazón se rompía una vez más e iba divagando sobre qué tenía para no merecer la felicidad que quiero. O simplemente no era la persona correcta ¿verdad?. Debía de ser eso.
Sin darme cuenta ya había llegado a su puerta, con las lágrimas que caían aún toqué el timbre del lugar, esperando ansioso a que abriera la puerta más que nada para poder intentar respirar bien. Las personas que pasaban ponían sus ojos sobre mí y eso hacía que me volviera peor, puse mi mano derecha sobre mi pecho sabiendo que eso ayudaría en nada.
La puerta se abrió, dejándome verlo luego de bastante tiempo.
-¿Lando?- dijo con curiosidad, mas vi su expresión cambiar al ver mi estado -joder, pensé que lo habías superado-
Me jaló hasta adentro, donde realmente dejé salir todo, el llanto empezó y lo vi moverme hasta un lugar en donde tomamos asiento y sus brazos me rodearon con cariño intentado calmarme.
-Ya, ¿sí? Puedes respirar tranquilo Lan, estoy contigo, siempre lo estuve ¿no?- asentí vagamente con los ojos cerrados.
Su mano había viajado de mi cabellera hasta mi espalda, haciendo movimientos que siempre habían ayudado a calmarme.
-Cuéntame cariño ¿qué pasó esta vez?-
Tan sólo con terminar eso volví a soltar un sollozo, sería un largo día, eso lo veía venir.
-Yo... Carlos yo lo intenté otra vez... n-no parece que algo me pueda salir... bi-bien ¿sabes? Es todo... comoo la últim-a vez, maldita sea- oí cómo soltó un suspiro mientras yo seguía hipando por el llanto.
Esto ya lo habíamos pasado ambos juntos y lo recordaba bien, intentar que me calmara tomó un día entero.
Yo lloraba mientras Carlos intentaba hacer de todo para que estuviera mejor.
-No digas eso, ya te lo había dicho... debes tomarlo con calma, lo hablaremos como siempre y llegaremos a una solución-
Sentir su tacto cariñoso luego de mucho tiempo hacia que mi corazón saltara de emoción al recordar todo el tiempo que pasamos juntos.
-No creo que tenga solución-
-¿No? Dime la razón-
-Él... tiene novia y está ahora con ella-
No dijo nada más y simplemente decidió callar, no había nada que decir al respecto, Oscar tiene novia y yo no puedo estar allí porque no era lo correcto.
Seguimos en esa misma posición pero yo tomé la libertad de rodear mis brazos a su figura, con cariño sintiendo muchas cosas a la vez.
-¿Tú lo quieres?-
Su pregunta no me había tomado por sorpresa, era su manera de ayudarme a poder conocer más sobre el tema para estar mejor. Esta vez sentía que no podría ir mejor porque ahora el obstáculo a esa "relación" había venido junto a Oscar.
-Sí- respondí en un suspiro pesado y abrí lentamente los ojos.
Fue allí donde me di cuenta de que Carlos no estaba solo, la figura de Charles en la puerta de la cocina me había sorprendido bastante que me dejó descolocado por un momento hasta que él decidió sonreír sutilmente.
Una de esas sonrisas por las que Carlos siempre moría de lo lindas que eran.
Y me puse a pensar por un momento, la última vez que Carlos me habló dijo que debía ir a una conferencia de negocios a Mónaco y ahora que veía al chico aquí no sabía si aquello había sido mentira o no. Indagar entre lo que pasaba con ellos era lo que no quería hacer, aunque sabía perfectamente que la relación de ambos había sido complicada por la madre de Charles, el chico se había enamorado de Carlos cuando se conocieron de casualidad en la calle pero le fue prohibido tener una relación con el español, por cosas de familia o lo que yo creo, la diferencia de edad para el tipo de familia con que cuenta el monegasco.
Familia que quería que el chico tuviera una boda con una millonaria, eso era lo que principalmente Carlos me había contado. Charles ha cumplido diecinueve años y mi querido amigo rondaba por los treinta, razón por la cual el menor había sido echado de su casa por su madre al querer tener una relación con otro hombre.
Saliendo de los pensamientos tomé en cuenta que la posición en la que Carlos y yo estábamos podía dar a entender muchas cosas pero para cuando subí la mirada Charles ya no se encontraba allí.
-Tranquilo, no le molestará-

。゚•┈୨♡୧┈• 。゚

Había pasado la tarde junto a Carlos y Charles, dio la casualidad que él quería conocerme más y pude contarle con alegría como nos volvimos muy buenos amigos con Carlos cuando yo había ido en un viaje familiar a España y lo conocí en la playa.
Fue un momento muy lindo el haber pasado con ellos pero muy adentro sentía que estaba arruinando su privacidad y decidí que ya era hora de volver a casa. Cuando tomé mi celular en mano vi que habían muchos mensajes de George y también raramente de Logan con quien no había hablado mucho pero allí estaban sus mensajes y no faltaron los de Oscar, quien hasta había llamado más de diez veces.
-Lando, lleva esto de frente ¿bien? Sabes que no te hará bien guardarte todo, lo hablamos antes y lo volveré a hacer, si realmente lo quieres no lo dejes ir, no es bueno para ti y si pasa algo más sabes que estaré aquí-
Ante sus palabras sonreí y lo agradecí, al salir vi el sol que iba ocultándose y tomé el camino hacia mi piso para poder continuar con el día.
Tan sólo al llegar intenté calmar mi mente, poniendo un poco de música a sonar en el tocadiscos y darle un poco de riego a las plantas, de igual manera los recuerdos me atacaron, como lo que pasó en la noche e iba hacia recuerdos de antes, cuando estábamos en la cabaña, al salir a ver para su trabajo y hasta cuando había venido aquí y almorzamos juntos.
Las lágrimas volvieron a caer, sintiéndome impotente al no hacer algo al respecto queriendo creer que Oscar no sabía lo que sus actos causaban en mi y la distancia entre ambos empezaba a doler. Tan sólo quería terminar con esto.
Decidí ver sus mensajes, más que nada por la curiosidad que me estaba dando.

[ 💬 ]

Lando, necesitamos hablar.
Por favor, contéstame cuando puedas.
¿Lando? Me estás preocupando.
Yo no sé qué más decir, está claro que no quería que esto sucediera así.
Prometo que intentaré resolverlo. Cuando pueda.
Sabes que no quiero terminar lo que empezamos y no pienses que no tenemos nada porque sí, Lando, todo fue maravilloso, estar a tu lado es tan hermoso para mí.
Y créeme que no pienso dejarte ir.
No te escondas de mí por favor.
Si es necesario iré junto a ti.
No pienses en ir a otro lado Lando, déjame quererte como debe ser. 

[ 23 llamadas perdidas ]

[Mensajes vistos]

Contéstame por favor.
Ya viste mis mensajes, dime algo por favor.
No podemos dejar esto así.
Lando, por favor.
Igual si no quieres contestarme sabes que mañana tendremos que vernos.
Te quiero, por favor hablemos.

[ 💬 ]

Esos fueron sus mensajes dejados más sus llamadas, era obvio que no pensaba contestarle ninguno de sus mensajes porque en este momento carecían de sentido alguno para mí y era cierto que nos veríamos al día siguiente, vería la manera de no tener que enfrentar toda esta situación.
Las palabras de Carlos se agolparon a mi cabeza rápidamente y sentía miedo tener que hacer lo que él me había dicho, sabía que todo era por mí bien pero no estaba listo para tener esa conversación con Oscar y menos después de lo que había pasado.





🌷
¡Boom! Gente, ahora sí se viene lo bueno.
Esperando mañana por un buen resultado de Oscar, sé que él podrá 🫶🏻

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