Capítulo 22

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(Conociendo la vida de Elena y Katherine)...

La relación de Elena y Kai siempre fue llena de manipulaciones por parte de los dos, sexo alocado, dinero de por medio y estafas. Porque ella se ha prestado para estafar con Kai a viejos ricos, no le gustaba hacerlo, pero le gustaba el dinero y lo hacía. En ese momento, Elena tenía la falsa esperanza de que Kai la iba a sacar de esa vida y darle una vida mejor, pero lo que Kai hizo fue reírse en su cara y mandarla a seguir trabajando para él. Pero, con el tiempo él comenzó a sentir cosas por Elena. Kai se enamoró por primera vez en su vida y de una niña. Porque Elena, tenía 17 años y él tenía 28 años. Cuando ya comenzó a sentir cosas por Elena, ya Elena pensaba en cosas más grande que estar viviendo del dinero de su chulo y de una vida de millonaria. Elena se dió cuenta que Kai estaba siendo diferente con ella y vió que se estaba enamorando de ella, lo que le da a ella la posibilidad de hacer lo que la da la gana con él y lo hace. Haciendo lo mismo que él le hacía, endulzando al hombre y manipulando con su belleza. Kai piensa que tiene a la chica en su red porque ella se entregue a él sin protestar, no como antes. Pero Elena sólo se burla de él, como mismo hizo él en su momento, burlarse de la chica que no tenía nada que perder y no podía renunciar a lo que hacía porque no sabía hacer más nada que entregar su cuerpo y cobrar por él

Kai había sido una diminuta luz en el túnel oscuro de Elena. Antes, ella ni siquiera comía. Su madre, una drogadicta de cuidado que buscaba cualquier cosa para vender. Quedando embarazada de un tercer hijo, lo parió y se lo vendió a unas personas, por tan sólo catorce mil dólares, los cuáles se gastó con su esposo en drogas y alcohol. Elena y Katherine siempre buscando como no pasar hambre tan pequeñas. Tenían la suerte de que tenían unos buenos vecinos y siempre las invitaban a cenar. En la casa de ellas, sin luz, sin color en las paredes, el olor en el ambiente a cocaína derretida. El único cubierto que había era una cuchara y quemada. En las mañanas, cuando eran niñas de tan solamente 8 años, su padre, John Gilbert, las llevaba a pedir limosna en las calles, a limpiar los autos de las personas e incluso a robar y arrebatar bolsos a señoras. Las niñas robaban con lágrimas en sus ojos, porque no querían hacer eso. Pero, su padre les prometió comprarle un regalo si lo hacían y esas niñas nunca tuvieron juguetes, ni televisión, ni nada. Elena había visto en una tienda una hermosa muñeca con una bata de doctora y ella quería esa muñeca, porque de mayor quería ser doctora y ese siempre fue su sueño, ayudar a los más necesitados y que la admiren por su trabajo. Katherine había visto un balón de fútbol, en la misma tienda. Su sueño, ser deportista. Con los niños de su vecindario, jugaba al fútbol y le gustaba, era muy buena y ágil. Pero, robaban en vano y hacían daño en vano, porque a la casa nunca llegó ningún juguete, sólo más alcohol y drogas. Las niñas tenían que esconderse de sus padres, porque se ponían muy agresivos y terminaban golpeándolas y haciéndoles daño. Cuando no las encontraban, porque siempre se escondían en el clóset, dentro de varias ropas, ellas veían como se hacían daño ellos mismos. Elena, veía como su hermana ya no le importaba robar y estafar, cada día era más buena. A Elena no le seguía gustando atracar a señoras, pensando que ellas pueden tener nietos pequeños y no merecen pasar por el dolor de ella y su hermana

Una noche fría y nevada, conoció a Katerina Petrova, una joven prostituta que hacía las calles en ese momento. Elena vió como la prostituta recibía mucho dinero, estando arrodillada y comenzaba abrirle la bragueta a un señor de buen vestir y comenzaba a hacerle un trabajo oral en la esquina. Katerina después de su servicio vió a Elena y fue muy amable con la niña, llevándola a un burguer para que pueda comer. Elena nunca había probado una hamburguesa con papas, de las que veía en los anuncios, era uno de sus sueños inalcanzables y Katerina se lo concedió....

La joven mujer, de 22 años veía como Elena disfrutaba de sus papas fritas y le echaba mucho ketchup a las papas

-Cielos, pequeña. Come con suavidad, puede causarte una mala digestión

Fake GirlfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora