Capítulo 2

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Sebastián Seo

Cuando era pequeño me caí por trepar un árbol alto en el patio de mi casa, logre llegar arrastrándome hasta la entrada, cuando llegue a la puerta mi padre me miró y me dijo que me pusiera de pie o me daría una paliza, el jamás fue un padre cariñoso conmigo, pero yo lo amaba. En aquel entonces yo pensaba que ser su hijo era suficiente razón para que él me amara, estaba muy equivocado, cuando lo miré a los ojos no había preocupación en ellos, me arrastre hasta mi habitación y lloré desconsoladamente toda la noche, así pase de mi infancia a la edad adulta, me brinque muchas etapas de mi vida porque no había tiempo de detenerme a pensar en el futuro.

Todo el tiempo se me decía que debía ser fuerte, no llorar, no tener sentimientos, ni si quiera tenía tiempo para sentir ira o decepción. Eso cambio cuando Anna Park me entrego su veneno. Cuando me desmayé en el baño miré su pasado, ella también ha sufrido bastante y desde hace más tiempo que yo, tuve deseos de protegerla, miré como la perseguían, como la golpeaban incontables veces, ella se salvó por puro instinto de supervivencia. Incluso hubo una época en la que ella fue obligada a servirle a personas ricas solo para protegerse, muchas veces trataron de violarla, pero ella se las ingenió para escapar. Anna se volvió buena en eso, en escapar y eso me lleno de rabia aún más.

...

Mí agarre sobre su cuello era firme pero no lo suficiente para hacerle daño, solo quería asustarla.

- ¿Estamos Peleando o coqueteando? - lo dijo con una sonrisa en su rostro, una sonrisa tan encantadora que me lleno más de ira.

- Literalmente mis manos están alrededor de tu cuello – lo dije con la voz más firme y aterradora que pude y sin titubear.

- Por eso, no lo comprendo.

- El hecho de que tú me besaras sin mi permiso no significa que yo quiera hacer lo mismo contigo, así que más vale que salgas de mi casa o no respondo.

Noté que comenzó a temblar y eso me puso en alerta, sabía que esa fortaleza que parecía tener era solo fingida y si seguía presionándola se derrumbaría. En este momento la odiaba, pero no quería ver esa escena frente a mí, así que la solté y le di la orden de irse, sorprendentemente no lo hizo, se quedó ahí parada en mi habitación.

- Sebas tenemos que hablar, sé que tiene muchas dudas y debo decirte que está pasando. Su tono era tranquilo, pero titubeaba al hablar.

- En este momento no tengo total control de mis instintos gracias a ti, así que no es buena idea que te quedes - y era verdad si ella se quedaba nada me impedía saltarle encima y hacerla mía, sin embargo, solo sería por instinto, he estado con otras mujeres antes pero siempre fue consensuado, así que la sola idea de tenerla para mí sin su permiso me causaba náuseas y ganas de matarme yo mismo.

- Se que puedes controlarte Sebas, confió en ti, no me harás daño – se acercó a mí y coloco su mano sobre mi mejilla, sentí que la sangre me hervía nuevamente y di un paso atrás.

- Está bien hablemos, pero no te acerques a mi o no respondo – lo dije como una advertencia y la dejé que se sentara en la cama, yo permanecí de pie frente a la puerta.

Conozco la historia de mi familia porque fue parte de mi formación desde que tengo memoria, esperaban un Alpha en la familia tres generaciones antes que yo, sin embargo, como no llegaba pensaron que la maldición familiar había terminado y decidieron enfocarse en los negocios. Grupo AER fue fundado por mi abuelo, pero fue mi padre quien puso el nombre de la empresa en el mapa.

Anna me contó que soy un licántropo, todos en mi familia lo son solo que no están ligados a ninguna bruja que los despierte, ella me dijo que es parte de mi como yo soy parte de ella, lo viera de la forma en que lo viera todo esto está mal, ella no vino a mí por voluntad propia, no siente nada por mi más que puro instinto y yo tampoco siento nada por ella, eso no me sorprende ya que yo jamás he sentido afecto por nadie, ni si quiera mis padres, no tengo sentimientos y no quiero tenerlos.

Luna de octubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora