Capítulo 5

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Anna Park

Sebastián dio su discurso de apertura y el evento comenzó, la voz ronca y profunda de Sebastián mantenía mis sentidos alerta, se veía tan exquisito con ese traje hecho a medida, el trataba de evitarme y solo hacíamos contacto visual de vez en cuando. El desfile fue todo un éxito, nuestros diseños fueron elogiados por todos los presentes y la pasarela salió a pedir de boca. Fue mi turno de subir al escenario y dar el discurso de despedida, algunos estaban decepcionados de que no fuera Sebastián quien dirá el discurso, Pero no sé sorprendieron ya que yo era la directora de la línea Dive y merecía mis méritos.

Tuve una sensación de ira emanando desde mi pecho y supe que no se trataba de mis emociones si no de las de Sebastián, pedí un taxi y le indiqué a donde ir, no tenía cabeza para manejar mi propio auto, ahora estaba preocupada de que algo malo le hubiera pasado, el taxi iba rápido, pero a mí se me hacía que iba muy lento y la ira crecía sin control dentro de mi pecho. Baje corriendo del taxi, tome el asesor y llegue a la puerta del apartamento de Sebastián, sabia el código de su puerta, pero decidí que era mejor tocar el timbre, no quería enfadarlo más de lo que ya estaba entrando sin permiso.

Abrió la puerta sin comprobar quien era y me sorprendió al ver su rostro, se había vuelto más afilado, su ropa estaba desgarrada y podía ver que sus músculos habían crecido, estaba prácticamente desnudo, bendigo la resistencia de su ropa interior porque si no en este momento estaría de rodillas con mi boca entre sus piernas, su olor era irresistible ese olor entre cítrico y amaderado que emanaba de él, me dio un poco de pánico cuando él sonrió y me indicó que entrara, su casa estaba en tinieblas, había recorrido todas las cortinas y eso le daba un aspecto mucho más oscuro a los ojos de Sebastián.

- Sebastián – dije en estado de shock al ver que sus colmillos habían crecido un poco – ¿Estas bien?

Cerró la puerta detrás de mí y mi corazón comenzó a latir con fuerza cuando el camino hacia mi yo di un paso atrás, pero él fue lo suficientemente rápido para atraparme. Me agarro por el cuello y me empujo contra la pared que estaba detrás de mí. Noté que su fuerza estaba en otro nivel, pero no me apretaba lo suficiente como para hacerme daño, a pesar de eso podía ver la furia en su mirada me estaba atravesando como si no quisiera perdonarme.

- Anna Park – dijo con una voz tan cruel que me helo la sangre.

Podía escuchar el latido fuerte de nuestros corazones, no se cuál de los dos era más intenso sin embargo no podía decir nada y Sebastián tampoco parecía que me escucharía. Con su mano libre me toco el rostro, paso su pulgar por mis labios y los apretó con fuerza, solté un suave gemido y me avergoncé por ello.

- No te confundas, yo solo deseo venganza – dijo con su voz profunda y cruel.

Mi mano se dirigió a su pecho y lo empuje, pero era demasiado fuerte para mí. Entonces él puso sus labios sobre los míos y me beso de una manera despiadada, me presiono con fuerza y me mordió un el labio inferior, otro gemido salió de mi garganta y él sonrió cruelmente.

- ¿Es esto lo que querías Anna Park? – lo dijo con un tono bajo, el sudor goteaba en su frente, eso lo hacía ver aún más aterrador – Dime ahora ¿cuál es tu mayor deseo?

- ¿Qué estás haciendo? – le dije en cuanto tuve la oportunidad de hablar – Este no eres tú

- Este soy yo, la bestia. – lo dijo casi gritando.

Lo mire impotente, suplicándole que parara, pero el volvió a apoderarse de mis labios esta vez con más intensidad, me dolía el cuello por su fuerte agarre, pero a él no le importó. Se detuvo un poco para tomar aire y entonces pude respirar.

Luna de octubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora