Sebastián Seo
Estaba debatiendo entre continuar con mi venganza o terminar con mi vida, me sentía tan física y mentalmente agotado que la segunda opción iba ganado y después ella apareció, pude sentir su presencia en cuanto llego a la mansión, esperaba que se intimidara con mis nuevos amigos y se alejara de mí, fue por ello que me interne en lo más profundo de la cueva para que no pudiera encontrarme y sin embargo apareció frente a mi como una reina escoltada por mis socios, le di la oportunidad de huir a pesar de que el deseo que sentía era tan fuerte que dolía, me faltaba el aire porque me era imposible seguir respirando, incluso por unos instantes me pareció que me había convertido en otra persona pero su voz me trajo de vuelta o al menos parcialmente. Siempre creí que cuando temblaba ante mí era porque me tenía miedo, pero ella misma me confirmo que no era así, que no me temía. No recuerdo cuanto tiempo estuve pegado a ella como un animal salvaje, después de un tiempo deje de contar, solo sé que para cuando recupere la cordura ambos estábamos agotados, tan agotados que nos quedamos dormidos, tercera vez en mi vida que me quedo profundamente dormido, pero cuando desperté por la mañana ella se había ido.
Ninguno de mis amigos la vio marcharse, así que supuse que se había teletransportado, me dejo su ropa y se llevó mi camisa, razón por la cual salí a buscar el cuerpo de Derek desnudo de la cintura hacia arriba, no había rastro de ese imbécil por ningún lado, buscamos durante todo el día pero el rastro se perdió y no pudimos continuar, deje indicaciones a mis amigos para que siguieran con la búsqueda y regrese a Seúl, la señorita Park estaba trabajando en los diseños de los nuevos lanzamientos pero nuestra comunicación fue estrictamente por correo, yo no la busque ni ella me busco a mí. Supongo que al final no es diferente de las demás, nunca tuve necesidad de buscar mujeres ellas venían a mí y siempre tuve la regla de no repetir, entonces ¿Por qué me hizo sentir tan miserable no verla a mi lado por la mañana?
La señorita Lee me entrego su carta de renuncia después de una semana, ella fue mi secretaria desde que asumí la presidencia, encontrar un reemplazo para ella ha sido un dolor en el culo. Siento como que todo está cambiando demasiado rápido que es difícil adaptarse o tal vez no estoy de humor para ello en este momento. Me dirigió a la sala de reuniones, en ella están las candidatas que pasaron el filtro de recursos humanos para ser mi nueva secretaria, me encargare personalmente de elegir a una.
Al llegar a la sala me encuentro con que han pasado dos hombres y tres mujeres, jamás había pensado en tener un secretario, aunque mi abuelo tenía uno y era muy bueno hasta que falleció y contrato a Emma. Realice varias preguntas a los candidatos y algunos parecían nerviosos, pero hubo uno que respondió a todos mis cuestionamientos y no se inmuto ante mi presencia, me hablaba en tono formal y su mirada retadora llamo mi atención. Hice que todos salieran de la sala de reuniones y después hable con cada uno de ellos en privado.
- Señor Kwon ¿Por qué cree que es el candidato ideal para este trabajo?
- La respuesta es simple señor, porque soy el mejor, puedo trabajar veinticuatro siete y también soy bueno en combate tanto físico como con el manejo de armas, podría hacer de su guardaespaldas también.
- Este es un puesto para secretario señor Kwon, si necesitara un guardaespaldas habría abierto otra vacante.
- Bueno premio doble, un secretario y un guardaespaldas personal que lo siga a todas partes. – luego susurro para que solo yo pudiera escucharlo – señor ¿de verdad no se ha dado cuenta de quién soy?
- Tienes un olor familiar – dije eso y de inmediato cerré la boca, ¿un olor familiar? ¿Qué diablos soy? ¿un perro?
- No podía esperar menos de usted señor, soy Beta, aunque quizá me reconozca mejor si me trasformo en lobo.
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Luna de octubre
RomanceSebastián Seo Nací para ser un líder, sobreviví de la muerte por alguna razón inexplicable, pero el peligro jamás desapareció. Siempre trabajé duro para ser digno de mi posición, aunque tenía asegurado mi futuro, siempre di lo mejor de mí y cuando...