Luna de octubre

Capítulo 6

Sebastián Seo

Me dedique a hacer entrenamiento riguroso para despejarme, pero por más sacos de box que golpee hasta destrozarlos no logre sacar nada de mí ya caótica mente. En primer lugar, está la señorita Park, parece ser que mi cuerpo reacciona de solo recordar como gemía mi nombre, desnuda en mi cama ¿qué carajo soy? ¿Un animal en celo?, no la he vuelto a ver desde aquella noche y no planeo hacerlo odio todo en lo que me he convertido desde que llegó a mi vida y lo más importante la odio a ella con todo mi ser. En segundo lugar, esta una puta cena familiar en la mansión Seo, lo único bueno que hay en esas reuniones es el licor, aunque cualquier licor está bien para mí siempre y cuando haga que la noche pase más rápido, bueno "al mal paso darle prisa".

Me puse un traje de terciopelo verde oliva, una camisa blanca básica y una corbata negra, planeaba engominar mi cabello, pero decidí ir así, al natural de todas maneras la atención esta noche no será para mí, si no para el señor de la casa, mi padre. Derek Seo es el hombre detrás del éxito de grupo AER y el dueño y señor de la mansión Seo o por lo menos eso dice él, el día que se leyó el testamento del abuelo yo era un niño y jamás trate de averiguar nada, después de todo Derek es el único hijo legitimo del abuelo, había escuchado hablar a los empleados de la mansión sobre un hijo ilegitimo, que tuvo mucho después de la muerte de mi abuela, a la que nunca conocí, pero a dicho hijo tampoco tuve el placer de conocerlo ni el valor para cuestionar a mi abuelo para saber si era real.

Llegue a mansión, le entregue las llaves de mi auto al valet y subí con pereza los escalones que llevan a la entrada, en cuanto entre me llego el aroma a rosas de Emma, Emma Jung fue mi nana durante el tiempo que viví en este lugar, prometí visitarla cuando me fui, pero solo vengo una vez al año para estas espantosas reuniones, volteo y en cuanto me vio se arrojó a mis brazos.

- Niño Bastián, benditos sean los ojos que lo ven – me lo dijo con tanta emoción que una lagrima rodo por sus ojos y eso me hizo sentir culpable por no habérmela llevado conmigo.

- Hola Emma, ha pasado un tiempo – doy un suspiro y le devuelvo el abraso, entre el Sebas de la señorita Park y el Bastián de Emma parece que ninguna se sabe mi nombre, pero ya me da igual.

- Los señores están en el jardín, te has puesto más apuesto mi niño, cada día se parece más al señor Ferdinand, en paz descanse.

- Para ser igual que el abuelo aun me falta mucho, pero tienes razón Emma, soy apuesto – le guiñé un ojo y me dirigí al jardín.

Emma tiene razón, yo me parezco mucho al abuelo, en cambio mi padre es todo lo contrario, es un hombre de 1.68 m y algo rollizo, mi madre en cambio es una mujer hermosa o por lo menos lo era antes de hacerse cirugías estéticas que en mi opinión, no necesitaba, Viveka Seo siempre hace lo que Derek Seo le dice que haga, a veces siento que todo ese plástico que ella tiene en el cuerpo es para compensar lo que a mi padre le falta. Dereck Seo es un hombre indecente, el peor padre que ha existido, pero yo soy su único hijo, así que cuando le diagnosticaron una rara enfermedad no tuvo más remedio que dejarme a mí al mando de la empresa, la verdad nunca lo he visto enfermo, pero es algo que no me interesa, mientras no se meta en mis asuntos no me meteré en los suyos.

- Sebastián, llegaste – me saluda mi madre y me da un abraso menos efusivo y casi por obligación, nada que ver con el que me recibió Emma.

- Hola, madre, ¿no tenía otra opción o sí?

- Tan irrespetuoso como siempre – escucho gruñir a mi padre que se acerca a saludarme también por obligación.

- El cariño es muto, querido padre – finjo una sonrisa y tomo una copa de champaña y me la bebo de una sola vez.

- Mas te vale poner tu mejor cara Sebastián, esta noche tenemos invitados importantes y no vas a arruinar mis planes, maldito bastardo – mi padre me da un abraso que me toma desprevenido – mi querido hijo Sebastián está aquí – anuncia y todos comienzan a aplaudir.