Querida Princesa Pelirroja (Lesbian)

Capítulo 3: Sonríe

Bien, había llegado el momento. Los nervios me comían por dentro mientras depositaba la pequeña nota en la rendija del casillero. Ya estaba hecho, no había vuelta atrás.

Me alejé de allí con rapidez y comencé a moderme las uñas de manera impulsiva. Quién me mandaría a mi hacerle caso a la loca de mi mejor amiga. Como aquello saliera mal y me descubriera... Sería el segundo mayor ridículo de mi vida después de vomitar delante de todos en la obra de teatro del colegio. Tenía diez años pero nunca olvidaría aquel momento.

Hailey pasó por delante de mí junto a sus amigas en dirección a las taquillas. Quería ver su reacción ante la nota, pero tampoco quería que ella se diera cuenta. Entonces decidí esconderme tras una columna desde la cual no podía verlas pero sí oír perfectamente lo que decían.

-¿Habéis terminado ya el proyecto de psicología? -preguntó una de las chicas, probablemente la morena.

-Sí, lo terminé ayer. Me ha quedado perfecto -contestó Hailey orgullosa.

Comencé a oír el sonido de las puertas de metal al abrirse y mis sentidos se pusieron alerta. Tenía intriga por saber la reacción de la pelirroja ante mi nota. ¿Y si se reía por lo tonta que era? ¿Y si se enteraba de que había sido yo quien la había escrito? ¿Y si se caía y ni siquiera la leía?

"Deja de ser tan paranoica, Madison" me reprendí a mi misma.

-Chicas, ¿alguna de vosotras ha dejado esto aquí? -habló de nuevo la pelirroja haciendo que casi comenzara a hiperventilar.

-Oh sí, lo dejé yo. No tenía sitio en mi taquilla. No te importa, ¿verdad?

-Claro que no, tonta.

Unos segundos después comencé a oír el ruido de los casilleros al cerrarse y el corazón me dio un vuelco. ¿Hailey no había visto mi nota? Con la suerte que habitualmente me acompañaba sería de esperar que se hubiera caído al abrir o que simplemente ella hubiera pensado que era un trozo de papel y lo hubiera tirado. Mi ánimo decayó en un instante. Realmente tenía esperanzas de que aquello sirviera de algo. Podría volver a intentarlo pero... No tenía ganas de más desilusiones.

Salí de mi escondite con la cabeza baja, tratando de pasar desapercibida como siempre entre la multitud. Aunque, ¿a quién iba a engañar? Era demasiado torpe para poder ser invisible. Incluso la tierra me odiaba y no se dignaba a tragarme de una maldita vez.

Para mi suerte, aquel pesimismo duró muy poco en mi mente. Sin darme cuenta me encontré a mi misma contemplando la escena más bonita que había visto nunca. Hailey estaba allí, justo delante de su taquilla. Sus amigas ya no estaban a su alrededor pero ella seguía ahí con una preciosa sonrisa iluminando su cara. Y entre sus manos, estaba la pequeña nota que le había escrito.

"Querida princesa pelirroja, deberías sonreír más a menudo. Tu sonrisa me alegra los días. M. xx"

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-¿Qué? -gritó Alba emocionada-. ¿Ha leído la nota? ¿La ha leído?

-Ssh, calla -contesté intentando que se calmara-. Sí, la leyó. Y lo mejor de todo es que no la tiró a la basura. ¡Se la guardó en la carpeta!

-Pero como la iba a tirar, tía. Además, ella no sabe que la nota era tuya...

Eso era cierto. Me estaba ilusionando demasiado sin que hubiera sucedido nada. Cualquiera podría haberle escrito cualquier cursilería y la habría leído igual. Yo seguía siendo igual de invisible a los ojos de Hailey, o peor, era la chica que le tiró encima un batido de chocolate.

-¿Seguirás dejándole notas?

-¿Debería? -interrogué deprimida de nuevo.

-Si realmente quieres conseguir un objetivo, no te rindas a la primera de cambio.

Quizás mi mejor amiga tenía razón. Yo quería enamorar a Hailey, y mientras ella no me pidiera que parara no lo haría.

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Hello lovely readers!! Perdón por tardar tanto en actualizar, hago lo que puedo :S

¿Creéis que Hailey descubrirá que es Madison quien le dejó la nota? ¿Seguirá dejándole más? Votad y comentad :) Os quiero xx

-Faty