Capítulo 4: Miss torpe

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Me senté de nuevo delante de mi escritorio y corté otro trozo de papel de mi cuaderno. Garabateé unas cuantas palabras en él y después lo lancé hecho una bola a la papelera. Como era de esperar, mi mala puntería hizo acto de presencia y el papel acabó en el suelo junto a los demás.

Aquel día tenía un humor horrible y no era capaz de concentrarme en escribir nada. ¿Pasaría algo si por un día no le dejara ninguna nota a mi pelirroja favorita? Ya llevaba haciendo aquello varias semanas, pero mi ilusión decaía poco a poco. Hailey leía mis notas, le gustaban aquellas cursilerías que le escribía... Pero el problema era otro.

*flashback*

-¿Una nueva nota, Hailey? -preguntó la chica morena emocionada.

-¿Qué pone? ¿Qué pone? -añadió su otra amiga con la misma expresión.

La pelirroja leyó mi nota en voz alta para las dos chicas que parecían a punto de ponerse a gritar y saltar en medio del instituto.

"Querida princesa pelirroja, hoy he dibujado un círculo alrededor de tu nombre. Porque los corazones se rompen, pero los círculos son eternos. M. xx"

-¡Qué mono! -exclamó una de ellas en cuanto terminó de leer-. Yo también quiero un admirador secreto como el tuyo... ¿Quién crees que será? ¿Michael, el de la clase de química? ¡O a lo mejor es Matt, el rubio adorable!

-No lo sé... A lo mejor la M no es de su nombre. Puede ser un apellido o un apodo -contestó Hailey con una sonrisa de enamorada, sin apartar sus ojos del papel entre sus manos.

Mis esperanzas con ella se destruyeron en aquel instante. Ellas esperaban que fuera un chico guapísimo de metro ochenta, no la torpe de Madison Collins.

*fin del flashback*

Y aquella era la razón de mi desilusión. ¿Era algo estúpido seguir dejando notas en su taquilla después de saber aquello? Probablemente sí, pero es que cuando veía la cara de felicidad que ponía al leerlas... No era capaz de contenerme. Hailey me gustaba demasiado.

Cogí de nuevo mi bolígrafo y otro trozo de papel. Por un segundo sentí pena por los pobres árboles que pagaban mi falta de inspiración, pero merecía la pena ¿no?

"Querida princesa pelirroja..."

Me lo pensé bastante antes de escribir lo que realmente deseaba decirle, pero cuando lo hice sentí como el peso se liberaba de mis hombros. La paciencia no era una de mis principales cualidades y no podía esperar más para que ella supiera que era yo quien dejaba notas en su taquilla. Que era yo quien suspiraba con sólo mirarla. Que era yo quien estaba enamorada.

De repente sentí como la puerta de mi habitación se abría y por inercia guardé rápidamente la nota en mis vaqueros.

-Madison, corazón, ¿podrías hacerme un favor e ir al supermercado? Estoy preparando la comida y no quiero que se me queme -preguntó mi abuela con su habitual tono maternal-. He hecho una lista de lo que tienes que comprar.

Me entregó una pequeña hoja con unas cuantas palabras escritas y yo simplemente asentí.

-Claro -contesté dejando un beso en su mejilla-. No tardo en volver.

Guardé la lista de la compra en mi bolsillo, junto a la nota para Hailey, y salí de mi casa con buen humor.

El supermercado estaba lleno de gente aquella mañana de sábado y tuve que dedicarme a esquivar a las personas con mi carrito mientras cogía todas las cosas que mi abuela me había pedido. Me encontraba parada frente a un estante cuando una voz a mi lado me hizo sobresaltarme.

-¡Hey, mira! Pero si es miss torpe -dijo una chica morena

-¿Qué haces aquí, Madison? -añadió otra.

La tercera de ellas no dijo nada, y en el fondo lo agradecí. Que aquellas idiotas se burlaran de mí me dolía, pero si Hailey también lo hiciera... No podría soportarlo.

-E-estoy comprando -tartamudeé enseñándoles lo que llevaba en mis manos, que para mi desgracia era un paquete de compresas super absorbentes para perdidas de orina.

Ellas se rieron a más no poder, y yo simplemente le enseñé mi dedo del medio. Después me giré e intenté seguir en lo que estaba antes de que llegaran a molestarme. ¿Qué más tenía que comprar? Gracias a esas niñas pijas lo había olvidado, así que tuve que buscar en mi bolsillo la lista que me había dado mi abuela. Y haciendo honor a mi mote de "miss torpe" tiré mis llaves y los dos papeles que llevaba en el bolsillo.

-Te ayudo -dijo Hailey mientras se agachaba a recoger mis cosas.

Qué mona. Ella no era como sus... ¡Espera! ¡La nota!

-¡No! -grité agachándome a toda prisa para recogerlo antes que ella.

La pelirroja me miró con una expresión extraña, pero ya ni siquiera me importaba hacer el ridículo. Por uno más... Cogí rápidamente los papeles del suelo y me levanté.

-Uy uy, ¿qué pone ahí que tanto ocultas? -preguntó la morena acercándose a mi tratando de intimidarme.

Yo me limité a guardarme las cosas de nuevo y a largarme de allí sin dedicarles ni siquiera una mirada. No merecía la pena.

-Qué os jodan -susurré.

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Hello lovely readers!! ¿Qué os parece la historia hasta ahora? Pronto se pondrá más interesante ;) Kisses xx

-Faty

Querida Princesa Pelirroja (Lesbian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora