𝟎𝟎𝟖 | ROTO.

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Valentina estaba sentada en su oficina, sus dedos moviéndose rápidamente sobre el teclado de su portátil mientras un dolor sordo le recorría desde la base de su cuello hasta su cabeza, pulsando con cada pensamiento de presión y responsabilidad que la asaltaba. Intentaba ignorarlo, concentrarse en el informe que tenía que presentar para la junta directiva. Era su oportunidad para conseguir el nuevo proyecto que tanto deseaba, aquel que finalmente le daría el impulso que había estado esperando en su carrera. Pero el reloj avanzaba, y el dolor de cabeza solo empeoraba.

Apretó los dientes mientras ajustaba el tono de su propuesta, consciente de que cada palabra contaba. Gigi, había recibido su primer proyecto, y para su suerte le habían asignado un jugador del Palmeiras. De hecho, se suponía que ambas debían haber presentado sus propuestas al mismo tiempo, pero Valentina, atrapada en una distracción que detestaba admitir, había pospuesto el envío. Aún se recriminaba por haberse permitido dejar sus prioridades de lado. El motivo era claro: Richard. Desde que él había entrado en su vida, Valentina se había visto atrapada en una especie de neblina que la alejaba de su foco habitual, desviandola hacia emociones que siempre había considerado un lujo innecesario. Nunca había permitido que nada ni nadie interfiriera con mi trabajo, pensó, sintiendo como una oleada de frustración crecía dentro de ella. Se enojaba consigo misma por haber permitido que su atención se deslizara fuera de sus metas. Ella no era esa persona; ella siempre había sido alguien que cumplía, que estaba un paso adelante.

Se frotó las sienes, intentando calmar el dolor punzante mientras revisaba por enésima vez los detalles de la propuesta. Sabía que debía impresionarlos para no quedar atrás, que tenía que demostrar que no había sido suerte el haberse ganado ese intercambio; incluso que estaba a la altura de su mejor amiga, Gigi. Y, en el fondo, reconoció que la única persona a la que tenía que convencer era a sí misma. Algo bastante difícil de lograr.

Valentina envió su propuesta, deseando que todo saliera bien. Decidió revisar algunos correos pendientes y ajustar varios documentos que debía presentar en unos días. El tiempo comenzó a pasar sin que se diera cuenta, sumergida en sus tareas y en la cantidad de pendientes que había dejado acumular. Mientras el reloj avanzaba, el cansancio se hacía más evidente, pero ella se mantuvo concentrada, dispuesta a cumplir con todo antes de que el día terminara.

Finalmente, una notificación emergente en su pantalla la distrajo de su trabajo. Era un correo de la junta directiva. Con el corazón acelerado, abrió el mensaje y leyó la respuesta que tanto había esperado: la felicitaban por la calidad de su propuesta y le asignaron un su primer proyecto, ni más ni menos que trabajar con Endrick, la estrella del Palmeiras. La alegría la inundó por completo, y el reconocimiento de la junta la hacía sentir que aún tenía el control sobre su carrera. Se permitió unos segundos de felicidad pura, y luego volvió a concentrarse en el trabajo, enfocada y motivada como hacía tiempo no se sentía. Sabía que este proyecto sería un gran desafío, pero también una oportunidad para demostrar todo su potencial.

Cuando el día estaba por terminar, alrededor de la última hora de su jornada laboral, alguien llamó a la puerta de su oficina. Al levantar la vista, vio a Gigi, quien la saludaba con una sonrisa amistosa. —Hola.. ¿Cómo vas?—Preguntó Gigi tímidamente, asomándose por la puerta y observándola con una mezcla de curiosidad y complicidad.

Valentina sonrió, aún emocionada por la noticia. Sabía que las cosas entre ellas no habían sido las mismas últimamente, pero en ese momento sintió una chispa de la complicidad que solían compartir, y quiso disfrutarla aunque solo fuera por un rato. —Hola, Gi—Se estiró en la silla. —Bien.. me asignaron a Endrick para llevar a cabo lo que habíamos pensado desde el inicio.

—Me alegro mucho, Val.—dijo la pelinegra con una sonrisa acogedora.—¿Cuándo empezarás a trabajar con él? ¿Y qué tienes en mente?—preguntó con curiosidad adentrándose un poco más a la oficina.

Lose You To Love Me  ━━ Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora