𝟎𝟏𝟎 | ROMPIENDO EL CÍRCULO.

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(los siguientes sucesos se desarrollan a lo largo de una semana, un momento para cada día)





Valentina abrió los ojos con suavidad, sintiendo cómo el aroma a café se colaba entre las rendijas de la puerta. Se levantó despacio, envuelta en la calidez de un momento que parecía sacado de sus sueños más dulces. Cuando llegó a la cocina, lo encontró ahí: Richard, despeinado, con una camiseta que dejaba ver el tatuaje en su brazo, y una sonrisa despreocupada en los labios.

—Buenos días, dormilona—Saludó, extendiéndole una taza de café.

Valentina tomó la taza, sin poder evitar sonreír. Ese día fue perfecto en su sencillez: pasearon por el parque, compartieron un almuerzo improvisado en casa y hasta terminaron riendo a carcajadas mientras intentaban armar un mueble que había llegado la semana anterior.

Por un instante, Valentina se permitió creer que todo iba a estar bien, que ese era el comienzo de algo hermoso.
























Richard llegó más tarde de lo habitual esa tarde. Valentina, que había preparado la cena con esmero, notó al instante que algo no estaba bien. Él apenas la miró al entrar y, tras dejar sus cosas, se sentó en el sofá sin decir una palabra.

—¿Estás bien?—Preguntó Valentina mientras le llevaba un plato.

—Sí, solo estoy cansado—Respondió, pero su tono era frío, distante.

Durante la cena, Richard apenas habló. Sus ojos parecían enfocados en un punto inexistente, como si su mente estuviera muy lejos de ahí.

Finalmente, Valentina no pudo más y preguntó:—¿Es por ella?

El silencio que siguió fue casi ensordecedor. Richard la miró por unos segundos, pero no respondió. Su falta de palabras fue más elocuente que cualquier confesión. Esa noche, Valentina se encerró en el baño y lloró en silencio, mientras Richard se quedaba en la sala, sumido en sus pensamientos. Aunque no lo dijo, ambos sabían que el fantasma de Gigi seguía presente, como una sombra que nunca se disipaba.





























Esa mañana, Valentina se despertó emocionada. Había pasado semanas trabajando en un proyecto importante y ese día finalmente lo entregaría. Quería compartir su entusiasmo con Richard, así que le mostró un adelanto durante el desayuno.

—Mira esto—Dijo, acercándole la laptop. —Es algo en lo que he estado trabajando.

Richard apenas levantó la mirada de su celular. —Está bien—Comentó, sin mucho interés.

—¿Bien? —Insistió Valentina, esperando más reacción.

—Sí, bien... pero, no sé, Valentina. No entiendo por qué te esfuerzas tanto en eso.

Ella lo miró, confundida. —¿A qué te refieres?

—No creo que necesites matarte trabajando si literalmente es solo tomar fotos o grabar videos con Endrick, es una bobada.

Sus palabras fueron como un golpe en el pecho. Valentina cerró la laptop, luchando por contener las lágrimas. Richard, en cambio, ni siquiera notó el daño que había hecho. Estaba demasiado ocupado enviando un mensaje. El entusiasmo de Valentina murió ese día, sustituido por una sensación amarga que no podía sacudir.

















Lose You To Love Me  ━━ Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora