Hace cinco meses, en las oscuras profundidades de una biblioteca sagrada, Kaira, conocida entre las sacerdotisas por su habilidad para enfrentarse a las fuerzas del mal, se sumergía en los antiguos textos. Cada página que pasaba era una revelación. Había algo siniestro creciendo en las sombras del mundo, algo que ni siquiera ella había podido anticipar con claridad: un grupo de brujas que buscaban sumergir el mundo en la oscuridad más absoluta. La bruja de la ira, una de las más poderosas de las siete, estaba detrás de todo esto. Pero lo que Kaira no sabía aún era la historia que había llevado a esa mujer a convertirse en lo que era ahora.
Kaira había escuchado rumores, siempre en susurros, de un antiguo grupo conocido como las Siete Hijas de la Oscuridad, lideradas por mujeres que personificaban los siete pecados capitales. En el corazón de esa organización, la figura de la bruja de la ira se destacaba. Pero no siempre había sido así.
Hace no tanto tiempo, la bruja conocida como Laura era una de las más humildes entre las brujas, solo una ayudante bajo la tutela de la bruja original de la ira. Esta bruja, que había sido una guerrera feroz en su propia época, había dedicado su vida a estudiar los dragones. Su obsesión con estas criaturas, su poder indomable, la había llevado a un experimento que cambiaría el curso de su destino.
La bruja de la ira original había estado convencida de que los dragones contenían una fuerza primordial que podría ser utilizada para alterar el equilibrio de poder en el mundo. Había planeado utilizar su magia para vincular su alma a un dragón, compartiendo su fuerza y furia. Pero el experimento salió terriblemente mal. La magia se descontroló y, en la batalla que siguió, la bruja de la ira original fue asesinada por el propio dragón al que había intentado someter.
Laura, entonces, se encontró en la oscuridad. La muerte de su maestra la dejó con una sed de venganza que solo crecía. A pesar de ser la ayudante, había absorbido gran parte de los conocimientos oscuros de su mentora, y la muerte de ésta no la dejó desarmada. Fue entonces, en su dolor, que Laura tomó la decisión que cambiaría su destino para siempre. Había visto cómo la bruja de la ira original había vendido su alma al demonio primigenio en busca de poder, y ahora, dispuesta a hacer lo mismo, lo haría sin dudarlo. Así, con un grito de desesperación y furia, vendió su alma al ser primordial.
La transformación de Laura no fue instantánea. Al principio, fue un cambio casi imperceptible. Su cabello comenzó a tornarse negro como la noche, sus ojos adquirieron una intensidad ardiente, y su piel se volvió pálida, casi cadavérica. Pero a medida que pasaba el tiempo, la ira la consumía por completo, haciendo que su poder se incrementara. Se convirtió en la bruja de la ira, la más peligrosa de las Siete Hijas, conocida por su capacidad para manipular y desatar la furia de cualquier ser, humano o bestia. La furia del demonio primigenio la había impregnado, llevándola a ser una extensión de esa rabia primordial.
Pero aún quedaba algo que la atormentaba, algo que había estado en su corazón incluso antes de su pacto oscuro: el rechazo del capitán de los caballeros. Él, un hombre valeroso y recto, había sido su amante en un tiempo. Durante sus encuentros, se había dejado llevar por una ilusión que creció en su corazón: el amor. Laura pensó que, tras muchas citas, finalmente él le propondría matrimonio. Pero en el momento crucial, cuando ella se mostró ante él vulnerable, el capitán la rechazó. No era solo su deseo lo que ella había ofrecido, sino su alma, su futuro. Pero él, con frialdad y firmeza, le dijo que no.
Ese rechazo, esa humillación, fue lo que la impulsó a realizar su pacto definitivo con el demonio primigenio. Ella no solo quería venganza, sino un poder absoluto, algo que la elevaría por encima de todos los que alguna vez la habían mirado con indiferencia.
Tras su transformación, Laura, la bruja de la ira, se unió a las demás brujas para tramar la caída del mundo. Los siete pecados capitales personificados por ellas no solo eran un reflejo de lo que quedaba de sus almas, sino también de lo que deseaban destruir. El plan que ellas trazaban era claro: sumergir al mundo en una oscuridad eterna y borrar toda huella de la Gran Diosa Madre, para que el demonio primigenio pudiera resurgir, tomar forma, y reinar sobre un mundo arrasado.
Kaira, al descubrir estos oscuros planes, sabía que su única opción era enfrentarlas. A lo largo de su investigación, había comenzado a percibir la magnitud del poder de estas brujas, especialmente de Laura. Ella, con su rabia desbordante y su magia infernal, era una amenaza terrible. Sin embargo, Kaira también había descubierto algo crucial: Laura, la bruja de la ira, no era invencible. A pesar de su poder oscuro, la furia que la consumía también la hacía vulnerable, y Kaira, con su capacidad para conocer los secretos de las almas perdidas, tenía la clave para detenerla.
Pero algo más sucedió en esos días que Kaira pasó investigando las brujas. Kaira descubrió que Laura había comenzado a involucrarse en un juego aún más peligroso: ella había estado observando al capitán de los caballeros, al mismo hombre que la había rechazado, como si su venganza nunca hubiera terminado. El rechazo que sufrió en su corazón todavía se mantenía como una llama de odio, lista para estallar.
La historia de Laura, la bruja de la ira, era una de tragedia y venganza. Había comenzado como una simple aprendiz, pero el dolor, la humillación y la ambición la llevaron a convertirse en algo mucho más oscuro, mucho más peligroso. Y ahora, su plan de invocar al demonio primigenio estaba a punto de dar un giro definitivo. La batalla que se avecinaba no solo era una lucha contra el mal, sino contra una mujer rota por el odio y el poder.
Kaira sabía que debía actuar pronto, pues cada día que pasaba, la ira de Laura se multiplicaba. El mundo entero pendía de un hilo, y el futuro estaba en las manos de la luz, de la última esperanza que quedaba en el mundo.
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En el eco de los sueños
Science FictionSigue a Elias, un joven atrapado en su vida diaria que descubre que cada vez que duerme, su alma viaja a otros universos. En cada sueño asume un nuevo cuerpo. A medida que exploras estos mundos desconocidos, encontrarás desafíos y criaturas extrañas...