¿es esto amor ?

Tiempo perdido

El Lan llevaba al Jiang en modo princesa hacia la habitación pero sin dejar de besarlo, lo colocó suavemente sobre la cama y con sus manos ágiles empezó a deshacer el nudo de la túnica, estas poco a poco dejaron de ser tan ajustadas moviéndose ligeramente y dejando ver poco a poco el pecho del Jiang, su esposo no perdió tiempo y mandó una mano a jugar con los pezones de este, sacando gemidos leves que eran silenciados por los besos.

El Lan no aguantó más y empezó a morder el cuello de su esposo, dejando pequeñas marcas que quedarían por bastante tiempo, aún así el Jiang estaba tan sumido en el placer que no se había dado cuenta y su pene no podía dejar de gotear pre-semen, sentía que explotaría en cualquier momento y eso no tardaría en suceder, ya que el Lan bajó su mano hacia las túnicas húmedas y empezó a masajear de arriba hacia abajo.

—¡Lan Zhan!—Eso fue el orgasmo del Jiang explotando dejando salir toda su semilla y diciendo el nombre de su esposo, quien sentía orgulloso de su cometido.

Habían pasado días desde la ultima vez que estuvieron juntos y el Lan no desaprovecharía la oportunidad de tener sus labios y virilidad dentro su esposo.

Aún aturdido el Jiang sintió como era despojado de todas sus prendas y girado levemente sintiendo su mejilla chocar con las sábanas y como su trasero era levantado, cuando se dio cuenta que iba a pasar se negó pero ya era tarde.

—Mío—El Lan había empezado a devorar el trasero del Jiang, daba pequeñas lamidas y mordidas en este, dilataba el agujero de su esposo quien a pesar de las negaciones al inicio estaba disfrutando del momento, cuando el Lan se dio cuenta que estaba bien dilatado dejó el trasero del Jiang quien soltó un gemido en molestia.

—Voy a entrar A-Cheng—El mencionado sólo asintió y pudo sentir poco a poco como una intromisión entraba en su cuerpo, si era honesto amaba el pene de su esposo porque era grande y maravilloso, además este sabía donde tocar y hacerle sentir el cielo.

Cuando el Lan entró por completo se movió lentamente para que su esposo se acostumbrara la intromisión pero el Jiang en un momento empezó a mover su trasero pidiendo Más claramente y el Lan no dudó en negarle ese placer, hacia los movimientos más rápidos, profundos y certeros llegando a tocar el punto de su esposo quien soltó un sonoro gemido cuando habían llegado a su centro.

—A-Zhan... ya no puedo más—El Lan se movió más rápido y sintió como su esposo se corrio porque las paredes estaban apretando su miembro dejándose el liberar también dentro de su esposo.

—Lan Ergege—El Jiang sentía cómo salió poco al semen de su cuerpo, por su parte cuando el Lan escuchó ese sobrenombre todo sus alarmas de se activaron, había perdido el raciocinio y eso el Jiang lo noto viendo como su pupila se volvían negra—Erge quiero Más—Y eso fue su fiebre para que el Lan se lanzara de nuevo a atacarlo.

Habían pasado casi una semana encerrados donde el Lan no tenía un límite de saciedad y el Jiang perdía el conocimiento ciertos momentos porque no podía aguantar el ritmo de su esposo ahora entendía el porque los Lan no deberían tener un voto de castidad hasta el matrimonio, se volvían salvajes una vez que lo probaban.

Cuando al fin pudo ser saciado el Jiang con dificultad pidió una tina y agua para darse un baño, su cadera lo mataba y cuando se vio en el espejo y recorrió su cuerpo vio todo tipo de marcas y mordidas por todo este, fue corriendo a su esposo y empezó a zarandearlo a pesar del dolor que sentía.

—¡Lan Wangji!—El mencionado se levantó de forma rápida al oír su nombre  y vio a su querido esposo en una bata de seda y pudo notar las marcas en el cuerpo del Jiang—Eres un sin vergüenza, mira como estoy—El morocha estaba muy enojado ya que tendría que llevar ropa que cubriera hasta su cuello y no tan ligera.