✨PRIMERA VEZ ✨

109 1 0
                                    

Alex

No me llevó mucho tiempo reservar el ático y arrastrar a Ava hasta la lujosa suite. Estaba tan excitado que la polla casi me hace un agujero en los pantalones, y las ideas que se me pasaban por la cabeza... Joder. Iba a destrozarla, pero cualquier atisbo de conciencia que tenía se había esfumado en el momento en que había murmurado esas palabras. «Puede que me gusten esas cosas.» La sangre me corría deprisa al recordarlas. «Cariño, no tienes ni idea de dónde te has metido», pensé, cerrando la puerta tras de mí. Ava se quedó de pie en medio de la habitación, con un vestido sobre el bañador y expresión algo nerviosa. Con sus ojos de cervatillo y sus rasgos inocentes, parecía una virgen esperando su sacrificio. La polla me palpitó aún más fuerte.

—Quítate la ropa —dije, y mi voz suave sonó como un latigazo en el silencio.

Una parte de mí quería abalanzarse dentro de ella lo más pronto posible, pero la otra quería saborear cada momento. A pesar de un leve temblor de manos, Ava no dudó. Mantuvo los ojos clavados en los míos mientras se bajaba la cremallera del vestido y la suave tela le caía hasta los tobillos. El bañador vino después, y se lo deslizó centímetro a centímetro hasta que dejó al descubierto su dorada piel desnuda.

La devoré con los ojos, fijándome en cada detalle y reteniéndolo en mi mente. Su piel bronceada brillaba bajo la luz tenue de la habitación, y su cuerpo... Dios. Un culo redondo, unas piernas largas, un coño pequeño y precioso y unas tetas firmes, no grandes, pero lo suficiente para abarcarlas con las manos, coronadas con pezones duros y rosados perfectos para chupar y mordisquear.Su pecho se infló y se llenó de aire, y me miró fijamente con los ojos grandes y oscuros llenos de confianza. Oh, Rayito. Si tú supieras.
Giré a su alrededor, como un depredador acechando a supresa, tan cerca que podía oler el aroma de su excitación. Me detuve detrás de ella y presioné mi cuerpo contra el suyo hasta que sintió mi agresiva y durísima erección contra la suave curva de su culo. Estaba como Dios la trajo al mundo y yo completamente vestido, y eso hacía que todo fuera aún más sucio.

Presioné los labios contra su cuello, disfrutando del flujo rápido de su pulso debajo de mi boca.

—¿Quieres que te lo haga, Rayito? —murmuré—. ¿Que te destroce, que te haga pedazos, que te convierta en mi muñequita de follar?

Se le escapó un gemido de la boca y fue a parar directo a mi entrepierna, endureciendo aún más mi polla dolorida.

—S... Sí.

—Qué rápido dices que sí. —Lamí el espacio entre su cuello y su mandíbula. A decir verdad, sí que sabía a miel y a rayos de sol, y me dieron ganas de devorarla. Alimentarme de su luz, consumir cada centímetro de su cuerpo hasta que fuera completamente mío—. Pero ¿sabes lo que significa que yo te lo haga?.

Ava negó con la cabeza, con un movimiento pequeño y breve que dejaba a relucir su inocencia e ingenuidad. No por mucho tiempo. En cuanto la tocara, la ensuciaría. La rompería. Como pasaba cada vez que tocaba algo. Pero sería mía. Y era tan cruel y tan egoísta que me la llevaría conmigo mientras ardía el mundo.

—Significa que eres mía. Tu boca es mía... —Le toqué ellabio inferior con el pulgar antes de bajarlo por su pecho y acariciarle los pezones. Gimió—. Tus pechos son míos... — Seguí bajando, ajustando mi posición para poder estrujarleel culo. Fuerte—. Tu culo es mío... —Di la vuelta y le separé los muslos, haciendo resbalar los dedos por todos sus pliegues. Estaba tan mojada que se empaparon en segundos—. Y tu coño es mío. Cada centímetro de tu cuerpo me pertenece, y si alguna vez dejas que te toque cualquier otro hombre... —Mi otra mano se cerró sobre su cuello—. Acabará hecho pedazos, y tú atada a mi cama y follada por todos los agujeros hasta que mi nombre sea el único nombre que recuerdes. ¿Entendido? Su coño me empapó los dedos.

Twisted Love - Ana Huang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora