Entre celos y secretos || Charlos ||

Capítulo 13

¿Problemas?

Con el tiempo, el peso del secreto empezó a desgastar la relación. Charles, presionado por su trabajo y la necesidad constante de proyectar una imagen perfecta, comenzó a tratar a Carlos con indiferencia.

Los mensajes de amor se volvieron escasos, las noches juntos se llenaron de silencios incómodos, y las discusiones se tornaron más frecuentes. Charles siempre estaba ocupado, evadiendo conversaciones profundas con excusas sobre reuniones o cosas importantes.

-Carlos, entiende que no tengo tiempo para tus tonterías. Esto es por nosotros, por nuestro futuro,- decía el monegasco cada vez que el español intentaba hablar de cómo se sentía. Pero esas palabras dolían más de lo que consolaban.

[...]

Una noche, después de semanas de ser ignorado, Carlos decidió enfrentar a Charles.

Carlos alzó la voz:
-Esto ya no es amor, Charles, es una carga.-

Charles, acostumbrado a que siempre se le dé la razón, se mostró frío.
-No entiendes lo que arriesgo todos los días por nosotros.-

Pero Carlos ya no podía más.
-Tú no arriesgas nada, Charles. Soy yo quien se oculta en las sombras para protegerte. Pero, ¿quién me protege a mí?-

Charles no supo qué responder, y por primera vez en mucho tiempo, el silencio no lo favoreció.

[...]

México Gp

Carlos había tenido un ritmo increíble durante toda la semana, tanto que obtuvo la pole position, estaba emocionado sabiendo que podría ganar y también triste al pensar que esta podría ser su última victoria con Ferrari.

Inició la carrera esperando que no la cagaran con las estrategias o los neumáticos, enfocando en no perder la punta.

[...]

En la última vuelta, Charles logró colocarse junto a Carlos en una curva cerrada.
Sus autos rozaron, y por un instante, sus miradas se cruzaron a través de los visores de los cascos.
Había algo más que rivalidad en sus ojos; había reproche, dolor y una tensión que no podía expresarse en palabras.

Carlos apretó el acelerador y cruzó la meta primero. La multitud rugió, pero la victoria no le supo a nada.

Bajo del auto acercándose al monegasco para felicitarle pues el había quedado en tercer lugar.

Al llegar con éste, simplemente le arrebató la mano siguiendo su camino.

Le dolió un poco pero decidió ignorar sus sentimientos y se fue con su equipo y familia.

Unas cuantas personas del equipo lo felicitaron, mientras los demás lo ignoraron y fueron a felicitar a su compañero.

Ya era algo común que el equipo no le felicitara, entonces no le tomó mucha importancia y decidió ir a prepararse para el podio.

[...]

En el cooldown room, Carlos esperaba a Charles.
Cuando este llegó, aún con el casco puesto, Carlos lo encaró.

-¿Qué diablos fue eso?, ¿Me vas a ignorar aquí también? ¡Ni siquiera me felicitaste por la carrera!-
Decía el español en voz alta.

El monegasco se quitó el casco con un movimiento brusco, su rostro lleno de enojo.

-Esto no es personal Calos.
Es trabajo. No mezcles tus emociones con las pistas.-

Carlos se acercó, -¿Trabajo?, ¿Es todo lo que soy para ti?, Un rival en la pista y un fantasma fuera de ella.-