Capítulo 9: Amores y Enredos
Caleb Zaharie no podía apartar la vista de Dahlia. Mientras ella ajustaba las cuerdas de su arco con precisión casi obsesiva, él se permitió observarla con una mezcla de admiración y algo que no quería admitir como cariño.
Estaban escondidos bajo las sombras de un árbol gigante, su refugio temporal en la arena. El pantano estaba lo suficientemente lejos como para no oler el hedor de la podredumbre, pero lo suficientemente cerca como para recordarles el peligro que los rodeaba.
— ¿Qué miras? —preguntó Dahlia sin levantar la vista.
— Nada, —mintió Caleb, girando la cabeza rápidamente. — Solo... asegurándome de que estemos seguros.
Ella soltó una pequeña risa, algo raro en medio de tanta tensión. — Deberías concentrarte en sobrevivir, Zaharie. Eso es lo único que importa aquí.
Caleb quiso responder con algo mordaz, pero se detuvo. Había algo en la forma en que Dahlia decía esas palabras, algo que le hizo querer demostrarle que sobrevivir no era lo único que importaba.
Los Vigilantes Mueven las Piezas
En la sala de control, los Vigilantes observaban con interés cómo la dinámica entre los tributos del Distrito 11 evolucionaba.
— Parece que tenemos una chispa entre ellos, —comentó uno, señalando las imágenes en las pantallas.
— Perfecto, —respondió Highbottom, encendiendo un cigarro. — Nada como un poco de romance para mantener a la audiencia pegada a las pantallas.
Snow, sin embargo, permanecía en silencio. Su mirada estaba fija en la pantalla que mostraba a Dahlia. Había algo insoportable en ver a Caleb tan cerca de ella, algo que le recordaba demasiado a los días en que había sentido algo parecido por Lucy Gray. Pero Lucy era un fantasma que él había enterrado, literalmente. Dahlia, en cambio, era una llama que seguía ardiendo, cada vez más brillante y fuera de su control.
Cuando Highbottom hizo un comentario sarcástico sobre la "química" entre Caleb y Dahlia, Snow abandonó la sala sin una palabra.
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Flechas de amor
Action--- En los undécimos Juegos del Hambre, el Distrito 11 ofrece a su tributo más prometedor: Dahlia Hawthorne, una joven de 18 años que ha aprendido a sobrevivir entre la pobreza y la opresión, cuidando de su hermano menor tras la muerte de su padre...