Capítulo 7

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Co-escritora @edwardsjessie
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- Está bien, parece que luego tenemos literatura juntos. Te veré otra vez aquí después de que haiga terminado con ciencias.

- Haya. Se dice haya terminado.

- Chúpamela.

- ¡Liam!- Niall todavía seguía riendo cuando se separaron para ir cada uno a su clase.
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La escuela fue un fracaso, no solo era el hecho de ser nuevo. Era ser nuevo y llevar una ropa que obviamente había dejado de ser moderna desde que Europa tenía su primera bandera. No era que Liam estuviera acostumbrado a llevar ropa "nueva" ni nada de eso, pero aquellas prendas hechas en casa apestaban. La camisa había sido hecha para Niall, y todo le quedaba apretado.

Intentó no pensar en ello y consiguió salir ileso de su primera clase. En la clase de inglés, estaban sentados separados, pero aun así se las arreglaron para mantener una conversación silenciosa, buscándose con la mirada o con expresiones rápidas que intercambiaban a escondidas.

Liam se dio cuenta de que Niall era rápido, divertido, inteligente y atento. Si no fuera por la ropa que tenía que llevar, Niall sería popular, un chico auténtico entre la multitud. Sin embargo, le obligaban a limpiar los establos, a trabajar en el campo y a rezar en lugar de ir a un partido de fútbol. Era retorcido, un pequeño trozo de infierno.

El profesor sin embargo, era interesante. El Sr. Evans mantenía su interés cambiando las preguntas y el lugar al que debían dirigir su atención. El hombre era musculoso, demasiado. Hombros anchos, curiosamente elegante y obviamente en forma. El Sr. Evans tenía el pelo oscuro, piel curtida y unos brillantes ojos azules. Y había algo extraño en él. Liam le miraba con avidez, como lo hacían todos sus alumnos por diferentes razones.

Cuando la puerta de la clase se abrió de repente, dando paso a uno de los ayudantes de secretaría, que le llevaba una nota, el Sr. Evans se tensó y giró la cabeza con tal rapidez, que algo hizo clic en la cabeza de Liam. El tipo se movía como un policía. No solo se movía como un soldado, si no que su postura era como la que Liam había visto siempre en los policías. Su atenta mirada que no paraba de moverse continuamente. Liam había visto cantidad de policías a lo largo de su vida, y podría apostar dinero a que Evans había estado en el cuerpo en algún momento, o que tenía alguna historia extraña.

Mientras Liam estaba centrado en el Sr. Evans, Niall miraba a Liam. El castaño tenía la punta de su bolígrafo en su boca, mordiendo el tapón, mientras parecía estar teniendo profundos pensamientos sobre su profesor. Le distraía. ¿Por qué? Niall ni siquiera era capaz de entenderlo él mismo, pero ver a Liam jugando con el bolígrafo con su lengua, y dando golpecitos con el plástico en sus dientes... Niall se removió un poco en su asiento y empezó una pelea por intentar controlar su entrepierna. Era vergonzoso. No ser capaz de controlarlo, cuando aquello estaba cerca del pecado.

Lo intentó. Rezó. La lujuria era un poderoso demonio y no iba a dejar que entrara dentro de él. Pero a veces, rezar solo hacía que su mente se preguntara más cosas y tuviera más ideas. Peores de las que tenía al principio. En ese momento, ya estaba imaginándose besando los labios de Liam, o tocándolos mientras él chupaba su bolígrafo. Aquellas podían no ser fantasías muy subidas de tono para la mayoría, pero para Niall, rozaban la pornografía. Se obligó a sí mismo a fijar la mirada en su libro de texto, y no en su nuevo hermano.

Iba a echar de menos las miradas de Liam a hurtadillas, o cómo era capaz de hacer caras raras muy rápido para que no le pillaran, pero era el precio que tenía que pagar para poder salir de clase sin una tienda de campaña montada en sus pantalones.

Mi luz en la Oscuridad - Niam -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora