Mi luz en la Oscuridad - Niam -

Capítulo 13

Co-escritora @edwardsjessie
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- ¿Puedo irme ya?

Jeremy sonrió, mostrando un asomo del cazador que era en su sonrisa. Sintió que Liam era consciente de que algo gordo se estaba cociendo allí, y al menos, había conseguido atraer la curiosidad del chico.

- Puedes irte. Ten cuidado, y nos vemos mañana.

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- Sí. - Liam volvió a mirar al hombre con curiosidad antes de salir por la puerta de la clase al pasillo. Vio a Niall inmediatamente, cosa que era bastante fácil teniendo en cuenta que Niall era el único rubio del salón.

Liam se puso a andar al lado de Niall, tan en silencio, que este tuvo que mirar para asegurarse de que seguía allí. - ¿Qué te ha dicho? - preguntó finalmente Niall. - ¿Estás en problemas o algo?

- ¿Eh? Nah. Lo normal. Quería saber si me estoy adaptando, y decirme que supiera que siempre puedo hablar con él y esas cosas. - Liam no estaba mintiendo exactamente, solo callándose algunas cosas. El pecado de la omisión, pero no podía contarle a Niall sus sospechas, era por su propio bien. - Me dijo que mi poema era mil veces mejor que el tuyo.

Niall resopló. - ¿De verdad? - Niall sabía que su poema no era perfecto, pero tampoco era tan malo. Había esperado que a Liam le gustara, porque era para Liam, y Evans no debería haber...

- ¿Ni? Estaba bromeando. - dijo Liam riéndose de los evidentes pensamiento que pasaban por la mente de Niall reflejándose en su cara y ganándose un empujón por parte de este. - Tu poema era el mejor.

- Oh. - Niall ladeó su cabeza y se puso colorado. No creía que fuera cierto, pero le gustaba oírlo. - Por lo menos no tendremos que volver a hacerlo durante un tiempo, dejará pasar un tiempo antes de hacernos leer otra vez en voz alta.

- Solo hace eso cuando está aburrido. - asintió Liam. El pobre Sr. Evans. Teniendo que jugar a ser profesor por alguna razón, y sin poder hacer nada interesante. Liam habría jurado que Jerry pasaba mucho tiempo en casa viendo películas de acción y jurando. Había un policía en la piel de Evans, no importaba lo que él dijera, pero eso era su problema, Liam tenía otras cosas en su mente. - Hey, ¿Has faltado a clases alguna vez?

Para su asombro, Niall solo parecía "ligeramente" consternado por la sugerencia. - No... nunca he...

- Bien, así será menos probable que llamen a tu casa. Oh, espera, no hay teléfonos en la tierra de viva la Biblia, ¿no? - Liam sonrió y miró cómo Niall sacudía la cabeza de forma reprobatoria, luego le agarró de la muñeca y le acercó más a él. - Ya estamos llegando tarde, ¿por qué no nos saltamos alguna clase hasta la hora de comer, eh? Vamos, vive un poco.

Niall casi dijo que no, solo por el simple hecho de que estaba acostumbrado a portarse bien. Estaba acostumbrado a hacer lo que le decían, y aun así a veces, se metía en problemas. No era un chico que se saltara las clases y nunca llegaba tarde. Pero estar esperando a Liam fuera de la clase del Sr. Evans había hecho que eso cambiara. Llegaba tarde a clase, y estaba al borde de hacer simplemente lo que quería con su tiempo, por una vez. Entonces sonrió, una repentina sonrisa brillante y resplandeciente.

- Está bien. ¿A dónde vamos?

- Al edificio de atrás. - Contestó Liam, abriendo la puerta lateral que daba a un pequeño patio. El patio era un rincón de hierba seca con dos mesas de picnic y un arbolito valiente que aguantaba en una gran maceta. Cruzaron el patio y llegaron a la puerta al otro lado en un momento, dirigiéndose a la salida trasera. Pasaron junto a un muy aburrido portero que apenas se dignó a mirarles mientras salían del edificio principal, y siguió a lo suyo, estaba claro que pensaba que no le pagaban por vigilar a los chicos.