Capítulo 11

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Co-escritora @edwardsjessie
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Los chicos volvieron a donde tenían las mantas, y Niall encendió una barra de incienso junto a la puerta, para eliminar cualquier resto de olor a sexo que pudiera haber. Luego se tumbó al lado de Liam en la oscuridad, escuchando su respiración profunda, que le indicó que estaba dormido, entonces Niall rodó sobre su costado y besó a Liam en la mejilla antes de quedarse dormido también.

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Liam estaba profundamente dormido cuando sintió una mano caer sobre su cara, no fue doloroso, simplemente le pilló desprevenido. Se despertó rápidamente, pestañeando en la oscuridad, y sintió un cuerpo tembloroso pegado al suyo. Niall se agitaba dormido, jadeando dos palabras una y otra vez.

- Mamá, no... Mamá... Mamá, no...

Liam se giró y agarró suavemente la muñeca de Niall, susurrándole - ¿Ni? ¡Niall despierta! Despierta, estás teniendo una pesadilla. Vamos despierta. - Le sacudió un poco y oyó un sollozo saliendo del aterrorizado Niall, que le hizo estremecerse ante el miedo que inundaba el aire, en forma de sonidos procedentes de un Niall casi... infantil. La pesadilla de Niall no parecía terminar, y Liam tiró de él, pegándole a su cuerpo y meciéndolo mientras le susurraba al oído.

- Estás conmigo Niall. Soy Liam. Estoy aquí. Está bien... está bien...

Niall se sacudió violentamente, y luego se quedó quieto, con los ojos abiertos en la oscuridad, y escondió su cara en el cuello de Liam, como si necesitara saber que de verdad Liam estaba allí. Que no estaba solo. Que no estaba en "el armario". Había soñado con "el armario", pero además de eso, estar en la iglesia, junto a la pila bautismal, le hacía ver imágenes de recuerdos que no podía entender. Niall sabía que estaba llorando, pero no podía parar, no tenía derecho a llorar sobre Liam, porque él era el que estaba herido, pero Liam simplemente le dejó aferrarse a él, abrazándole y susurrándole. Poco a poco, Niall recuperó algo de control, y dijo en voz baja. - Estamos en la capilla. Solo nosotros. ¿Verdad Liam?

- Sí, solo nosotros. - dijo Liam besando suavemente su frente. - Solo tú y yo. Todo está bien. Solo has tenido una pesadilla. Parece que este sitio te provoca pesadillas.

Apartándose lentamente, Niall hipó, secándose sus lágrimas, pasándose el antebrazo por la cara. - Debes pensar que soy como un bebé.

En la oscuridad, Liam sacudió su cabeza, antes de acariciar con el dorso de su mano la mejilla de Niall. - No. Nadie que pueda ser tan fuerte como tú es un bebé, sabiendo que podrías dejar callados a esos matones en la escuela pero conteniéndote. Volviendo a ese lugar todos los días. Tú no eres débil. Simplemente no ves lo fuerte que eres.

Niall oyó cómo Liam se volvía a tumbar con cuidado sobre su estómago. - ¿Cómo está tu espalda?

- Pica, - fue la respuesta.

Frotándose los ojos con una de sus manos, Niall volvió a tumbarse junto a Liam. - Quizá deberíamos limpiarlas otra vez, o podrías darte un baño.

- Nah, - murmuró Liam. - Es normal que duela. Puede que mañana en la escuela, pueda pedir algún calmante en la enfermería. Algo para que baje la inflamación. Estaré bien... - Sintió la mano de Niall en su costado, como pidiendo permiso, y poco después, su palma descansaba abierta sobre su trasero. Liam levantó una ceja y susurró. - ¿Tienes algo en mente?

- Solo que odio esto. Les odio. Por hacerte daño.

La furia que se adivinaba en el tono de Niall asombró a Liam. Nunca le había oído hablar de esa manera, ni siquiera cuando el trío de matones le atacó en la escuela. Suspiró y se encogió de hombros, aunque Niall no podía verle.
- Me quieren asustado. Que tenga miedo. Que obedezca. Es como funcionan todos los matones, no importa cual sea su objetivo final. - Liam se mordió el labio antes de volver a hablar. - Lo siento Ni. Sé que es tu padre, que es diferente para ti.

Mi luz en la Oscuridad - Niam -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora