Otoño

Capitulo 2

Así transcurrió un año y llego un día en el que cumplí 11 años; mi cumpleaños el primer día del año, estaba nevando. El regalo de Nana para mí era un traje de hombre, podría decirse que era casual, un pantalón y camiseta, pero yo no sabía para que si yo era mujer y me parecía mal tener que usar eso, cuando se lo dije ella rio y respondió –Ya vera que lo necesitara conmigo-.

No habíamos celebrado la navidad, a Nana simplemente no le agradaba así que decidí respetar sus gustos, aparte no es que yo adore la navidad, más bien si me gustaba pero me había acostumbrado a no festejarla, nunca tuve una "cálida" cena de Navidad, como describían los libros. Cuando estaba en los internados, la gran mayoría de mis compañeros regresaban para pasar esas fechas con sus familias, e incluso eran contados los encargados que no regresaban a su hogar, no quiero decir que era la única, pero sí de las pocas personas que la definición de navidad, era una cena un poco más sustanciosa y días feriados para poder leer libros.

Entre Nana y yo habíamos acordado varias fechas para celebrar, entre ellas nuestros cumpleaños, ella decía que con solo poder comer pastel estaba feliz, así que cada 1° de Abril festejábamos con muchos pasteles y música, igualmente en mi caso, no podíamos darnos muchos regalos, nunca salíamos de la casa, así que me sorprendía que me hubiera obsequiado algo. No es que de la nada recordara a mi familia, siempre estaban en mi mente, bueno, también era difícil tener en la mente a gente que casi no conocías, pero la familia nunca deja de ser la familia, esperaba que mi madre entrara por esa puerta y tomara el té. Me tomo con la guardia baja cuando en lugar de eso llego un mayordomo de la mansión con un paquete y dos cartas; el paquete y una carta eran para mí y la otra carta para Nana, el mayordomo hizo una reverencia y se retiró, sin decir absolutamente nada, el sentimiento de vacío entraba en mí, si no fuera porque tenía las manos ocupadas, podríamos decir que nadie había entrado hace unos minutos, después de digerir la frialdad del gran señor Fall por medio de sus sirvientes abrí la carta en la que mi padre escribía:

Felicidades por tu cumpleaños

Este paquete contiene una reliquia familiar, es muy importante, cuídala, úsala, sin ella no podrás ser salvada.

Atte. Cole Fall.

Después de leer eso no sabía que es lo que mi padre quiso decir, al final tire la carta y abrí el paquete; dentro de esa caja color café oscuro había un pequeño collar con un dije muy elegantemente diseñado en forma de llave, me había encantado así que inmediatamente me lo puse, y al ser uno de los poco regalos de mi padre decidí tráelo siempre conmigo. En mi momento de felicidad me absorte del mundo hasta que una tremenda carcajada salió de la garganta de Nana, no sabía que se reía, solo me volteo a ver con una energía muy fugaz y me dijo – Disfrute esta semana por que después usted tendrá un entrenamiento intensivo-

No tenía idea de que hablaba y al parecer ella también se dio cuenta que no entendía, por lo siguiente me tendió la carta para que la observara, era también la letra de mi padre y decía:

A la señorita Mili:

Después de haber planeado todo esto es hora de que haga lo que se le encomendó desde un principio, quiero que esa niña supere a todos los guardias de la mansión con sus habilidades, entrénela en todas las disciplinas, tiene poco tiempo así que aprovéchelo, las herramientas se las enviare la próxima semana, tal vez ella no entienda el porqué, no le dé explicaciones, así son los deseos de su padre.

Espero que tengan suerte.

Atte. Sir. Cole Fall

Después de leer eso me di cuenta que en realidad mi padre era un tanto egoísta -mucho en realidad-me pondría a trabajar como un soldado y sin darme explicaciones, tenía nervios, aunque sabía que si estaba con Nana todo saldría bien.