Capitulo 5

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Había pasado semana y media, ya nos encontrábamos instaladas en nuestras habitaciones, a Nana también le dieron una en la zona de empleados, me sentía un poco incomoda sin ella, aparte de que el cuarto era mucho más grande, por no decir la casa en general, aunque no salía de mi cuarto, el de Nana, así como la cocina, fuera de eso todo seguía igual, me levantaba a la misma hora y Nana y yo salíamos al patio trasero a seguir entrenando, durante uno de esos entrenamientos, Wyman se nos acerca.

-Señorita, me complacería que los 3 entráramos a la casa, hay cosas de las que tenemos que hablar- Dijo con un aspecto un poco nervioso, ya que ni Nana ni yo dejábamos de lanzar espadazos contra nosotras, Nana me hizo la seña para que me detuviera.

-Es un empate- dijo toda exhausta

-Claro que no, esta vez yo gane- le dije con una sonrisa en mi rostro, ella también sonrió y guardamos las espadas mientras nos secábamos el sudor con nuestras mangas.

Las dos seguimos a Wyman hasta el comedor de empleados, donde yo también había estado comiendo y platicando con algunas otras mucamas del personal, ya que todas pensaban que también era una de ellas, supongo por el cómo me vestía, o como hablaba con tal naturalidad, lo que fuera, me hacía sentir más cómoda había conocido a personas muy amables. En esos días que estuve ahí, nunca vi ni a mi padre o madre, de hecho no se me había ocurrido que los pudiera ver, y desde aquella vez que me trajeron aquí, no había pensado en ellos, bueno, no tanto como para alterarme nuevamente.

El comedor estaba vacío, entramos y Wyman atranco con llave.

-Es algo muy importante y privado, nadie aparte de nosotros debe saber- Dijo mientras ponía su dedo índice sobre su boca a forma de silencio.

-¿Qué es lo que ocurre?- dije un poco nerviosa

-Bueno, señorita ¿Cuántos años tiene?-Me pregunto

- Cumpliré 20 en exactamente 2 semanas y 3 días- Respondí.

-Correcto, recuerden que antes de mudarse a la mansión les dije que la Señorita necesitaba aprender sobre los modales, todo para que el día de su baile de presentación no se vea avergonzada, por lo siguiente, ella empezara a partir de 3 días, en lugar de practicar con esas horribles cosas, ella estudiara modales, por ejemplo como comer en la mesa, la postura y el hablar, entre más cosas, varias maestras vendrán para enseñarle- dijo muy seriamente, y después giro para abrir de nuevo la puerta ,ya quería tener "libertad" de ese cuarto.

-Otra última cosa, tiramos todos esos conjuntos de hombre y los cambiamos por vestidos, así que el único conjunto de ese tipo es el que trae puesto- Dijo con una gran sonrisa, una de las que no había visto en el JAMAS, esa de...una alegría macabra se podría decir.

Y así fue, a la mañana del 4° día Nana me fue a levantar, cosa que jamás había hecho, ella misma había dicho que me tenía de levantar sola. Saco uno de esos vestidos esponjosos que había traído Wyman, ese era de un color crema y con muchos holanes, ella me dio la parte de abajo y entre las dos hicimos que yo entrara en el horrible corseé, sentía que no podía respirar, que mis intestinos saldrían expulsados por la presión, pero me gustaba como me veía al final con el vestido, parecía que era otra persona, menos por el pelo.

-Nana, mi pelo es muy corto, se supone que no lo debo tener tan corto, las otras muchachas de mi edad lo han de tener largo y bien cuidado-Dije histéricamente apuntando hacia mi cabeza.

-Ay mi niña, para eso existen las pelucas- dijo eso y nos reímos al unisonó- aparte para las clases así estas bien- dijo con una sonrisa mientras salíamos las dos de la habitación.

Lo cierto es que todas las clases me las dio Wyman, ya que según mi padre, quien había despedido a todas las maestras, nadie fuera de la familia podía ver a la futura miembro de la casa Otoñal. Wyman era muy estricto pero también lindo y en cierta forma, Nana era más dura, así que aprender ese tipo de cosas me parecían más fácil, porque no es que no las supiera, todo eso lo había aprendido en los internados, si no que no las había practicado en años, así fue durante 2 semanas, en la mañana estudiaba modales y postura, al medio día canto y en la tarde antes de la hora de té literatura, historia, entre otras materias. Hasta que llego el esperado día del baile, y mi cumpleaños.

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