Narra Chiara.
Mi vida de un segundo a otro se puso patas arriba.
Le gustaba a un hombre, y no cualquier hombre, a un amigo de Violeta. Compañero de trabajo. Un chico majísimo, el cual me saludaba por las mañanas con una brillante sonrisa, y estaba atento a cada una de mis acciones. Cualquier chica soñaría por algo así, o bueno, cualquier chica heterosexual, mejor dicho. Porque yo, estaba odiando tener que rechazar y sentir ese sentimiento de culpa cada vez que el chico intentaba dar un paso más allá.
Todos los profesores lo sabían, o parecían saberlo. De cualquier manera, era una situación muy vergonzosa, la cual Ruslana utilizaba para reírse en cada ocasión que encontrara.
Y como si aquello no fuese poco, el día anterior, luego de un incómodo viaje en auto con Lucas recibí un mensaje.
Natalia, mi exnovia.
Luego de meses deseando que la pelinegra retomara contacto conmigo, lo había hecho y no sabía muy bien como sentirme al respecto.
Lo último que supe de ella fue que terminó con Raúl, el chico con el que empezó a salir como tapadera mientras estaba conmigo. Mentiría si dijera que cuando me enteré, no me puse ni un poco feliz.
Junto a ella volvieron Fernanda, Clara y Nicole. Mi antiguo grupo de amigas, y banda. En un principio pensé en bloquearlas a todas, al fin y al cabo, la herida aún no sanaba del todo. Pero una vocecita insistía en darles una oportunidad, así que ahora me encontraba a minutos de reencontrarme con una de ellas.
Hasta que la vi; Fernanda estaba de pie apoyada en un árbol frente al colegio, crucé hasta ella y para mi sorpresa, me dio un largo abrazo.
La conocía desde hace dos años. Era una de mis mejores amigas, lamentablemente, cuando terminé mi relación con Natalia ella se alejó de mí, al igual que el resto de chicas.
—Te extrañé muchísimo, Kika. —Murmuró en mi cabello, de a poco fui soltando mis músculos los cuales comenzaban a doler de lo rígida que me puse. —¿Qué tal tu día?
—Tranquilo, ¿Qué tal tú?
—Pues nada, papá es un genio e hizo unos negocios buenísimos con colegios de ricos, así que he dado una vuelta exprés, dejando instrumentos musicales por ahí. —Me explicó, asentí. Al parecer, la directora compró un par de instrumentos musicales. —¿Te tinca comer pizza en una plaza de por aquí? Sé que no tienes mucho tiempo.
—Vale, vamos.
Por suerte el local no tardó nada en tener nuestro pedido listo, juntas encontramos una plaza bastante tranquila y decidimos que aquél sería nuestro lugar para comer.
—¿Las demás saben que estamos almorzamos juntas? —Decidí preguntar, ella levantó la mirada hacia mí y negó.
—No, la verdad es que cuando leí el nombre de este colegio entre los pedidos sólo pensé en hablarte a ti, ¿Por qué preguntas?
—Porque seguramente se enfadarán por no invitarlas. —Ella rió al escucharme y asintió en respuesta mientras sacaba su primer pedazo de pizza. —Especialmente Clara.
—Me da igual, necesitaba hablar contigo a solas. —Tragó el pedazo de pizza y me miró fijamente antes de hablar. —Mira... sé que la cagué en el pasado. Pensé que Natalia me necesitaría más que tú luego de la ruptura, siempre mostraste más inteligencia emocional que ella en ese aspecto. —Comenzó a explicar. —No pensé que llegarías a sentirte abandonada.
En el fondo sabía que juntarnos acabaría en una conversación sobre temas delicados, como el de ahora y necesitaba saberlo, pero a la vez sabía que me enfadaría al escucharlo. Tal y como estaba ocurriendo en ese momento.
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Teacher Love | Kivi
FanfictionChiara es la nueva profesora de inglés. Violeta odia a la nueva profesora de inglés. - PORTADA TEMPORAL.