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2022, 17 DE JULIO ROMA, CASA DE LOS DYBALA 📍
Tiempos donde madrid no era el lugar de sus travesuras.. era italia, Roma...
Franco esta con Lucas disfrutando de un paron en las carreras, estan en su casa, en la pileta, el dulce cuerpo de Lucas es mas pequeño, su cara mas aniñada y su cabello rubio parece casi blanco bajo el sol.
El chico salpica al mayor que lo mira desde afuera sentado en una hamaca tomando sol.
Cuando el chico de menor lo salpica, el suelta un pequeño jadeo y lo mira con un rostro molesto.
- No jodas, Lu - Dice en tono molesto, pero con un ligero tono de diversión, sacudiendo la cabeza ligeramente y rodando los ojos, aún mirando al rubio.
— Vení, aburrido — lo incita el menor desde el agua mirandolo desde abajo y salpicandolo nuevamente
Oír las palabras del joven y sentir otro salpicón, el argentino vuelve a quejarse fingiendo irritación.
- No, no voy a entrar, el agua está fría - Dice, cruzándose de brazos con un mohín en el rostro, mirando al rubio desde la hamaca donde está sentado.
— dios, que viejo amargado que estas — se queja divertido, el muchachito desaparece hundiéndose en las profundidades.
Al ver cómo el joven se hunde en las profundidades de la piscina y su comentario, el no puede evitar una pequeña risa. Aunque trata de parecer molesto, el brillo de diversión en sus ojos lo traiciona.
- Viejo amargado eh? Lo dice el nene que está nadando solo - Contesta con tono de burla cuando ve la cabeza del menor salir del agua, rodando los ojos y manteniendo aquella expresión de falsa irritación.
— Estoy nadando solo porque no venis conmigo — Lucas hace un puchero luego de arreglar su pelo empapado fuera de su cara y apoyarse con sus brazos en el borde de la pileta para mirarlo
Oír las palabras y ver el puchero del chico, el castaño se encontraba cada vez más tentado a meterse en la piscina. Tras un momento de lucha, deja escapar un suspiro de fingida frustración y se incorpora de la hamaca.
- Está bien, voy a entrar, pero solo por tu culpa - Dice con tono de fingido disgusto pero con un brillo de diversión en sus ojos, caminando hacia un costado de la piscina.
Lucas sonrie y lo espera caminando entre el agua, su piel juvenil brilla por las rebeldes gotas de agua que se niegan a entrar a sus poros, algo palido para encontrarse en verano pero el siempre ha sido de piel sensible, cosa que Oriana siempre arregla poniéndole kilos de protector solar.