𝗜𝗟𝗜𝗖𝗜𝗧𝗢 - F1/Franco Colapinto

𝗖𝗛𝗥𝗜𝗦𝗧𝗠𝗔𝗦 𝗠𝗜𝗥𝗔𝗖𝗟𝗘

8 DIAS DESPUÉS
23 DE DICIEMBRE DE 2024
MAR DE LAS PAMPAS 📍
03:00 AM

Después de una búsqueda exhaustiva por la playa, Franco finalmente habia encontrado la casa donde Lucas, su frustración y celos estaban a punto de explotar en su pecho.

Bajo del auto de vidrios polarizados evaba puesto un jeans oscuro y una camisa blanca suelta y desabrochada, y caminaba con el teléfono contra el oído hacia la gran casa de madera y tablas entre los
bosques.

- ¿Hola? - murmura adormilado Lucas al sentir que alguien le llama por la madrugada

- sali afuera... estoy aca - Respondió Franco, intentando con dificultad reducir su tono impaciente lo más posible. Los celos aun llenaban su pecho y amenazaban con desbordarse.

- ¿Que? - Dijo el muchacho desconcertado, con apariencia adormilada, sentándose en la cama.

- salí, o voy a entrar.- Respondió él, y aunque todavía estaba a una distancia considerable de la casa, no hacía falta ser un genio para darse cuenta de que estaba realmente cabreado.

- ¿Salir de donde? ¿Afuera de donde? ¿Que hablas? - expreso Lucas en total confusión, su cabello rubio enmarañado y sus ojos luchando por abrirse.

- Lucas, sali.. ya.- Gruñó él, su frustración empezando a apoderarse de él. Tenía que calmarse, sabía que no debía desquitarse con el menor, era como si la visión de Lucas con aquella castaña en la foto, y las que lo siguieron durante los siguientes dias, mas el hecho de aquella llamada donde el rubio habia planteado la posibilidad de tener pareja, le había provocado un instinto salvaje por tener lo que creía que era suyo.

- Salí y hablamos.

Lucas no entendio hasta que vio el reflejo de la luz de un celular afuera de la casa, abriendo sus ojos en estupefaccion y panico.

- Ah no... Vos te volviste completamente Loco -

Lucas se levanta de la cama rápidamente, corta la llamada y baja de la casa hasta la parte trasera.

- ¡¿Sos pelotudo?! - explica en una exclamación de susurro.

Cuando Lucas finalmente sale de la casa con una expresión de sorpresa y pánico en el rostro, Franco ya lo estaba esperando fuera, con el ceño fruncido y los brazos cruzados contra su pecho.

Su camisa ondeaba ligeramente con la fresca brisa nocturna, acentuando el hecho de que no había ido hasta allá con intención de quedarse a cenar. Su expresión era seria y los celos aún ardían en sus ojos.

- Tenemos que hablar.

- Franco ¿Como llegaste a aca? ¿Estas loco? ¿Te vio alguien? - murmura preocupado llegando frente a el, entre enojado y en panico

- Nadie me vio, rubio...- Dijo él, su tono aún lleno de impaciencia mientras pasaba una mano por su propio cabello oscuro.

- Y si, me volví loco. Pero quiero hablar... ahora.- Dio un paso hacia él, quedando a una distancia considerablemente corta.

- ¿Que mierda te pasa? - exclama con una mezcla de miedo y confusión.

- ¿Que mierda a mi me pasa? Te pregunto lo mismo a vos, ¿Por que no me respondiste el teléfono?- Respondió él, con su irritación todavía presente en su rostro.