roll call ! | kpop idols smut #2

╭₊˚๑ jisung, jeno﹕☁️₊˚੭

𐙚𖹭𖦹título:

gooner

𐙚𖹭𖦹user: neopuppy

𐙚𖹭𖦹advertencias: masturbation, Jisung's addicted to porn, switching, oral, hair pulling, choking, overstimulation, rough sex, unprotected sex, long ahh text

𐙚𖹭𖦹glosario: gooner: persona adicta a la pornografía

Dulces gemidos agudos resuenan por las paredes, lo bastante altos como para anular los que emiten los carísimos altavoces del ordenador.

Tan alto. Tan jodidamente alto.

Jisung suspira, había oído tus risitas coquetas hacía una hora antes de que su hermano te arrastrara por el pasillo hasta el dormitorio de enfrente. ¿Has estado aquí 3? ¿4 veces? Sólo esta semana. 

Intenta silenciar el quejido agrietado de tu tono, sube el volumen del vídeo que lleva cinco minutos viendo, sin prestar realmente atención a lo que ocurre. 

Cómo podría hacerlo cuando gritas como si te arrancaran la vida, gritando más fuerte que una mujer perseguida hasta la muerte.

Parpadea para centrar la mirada en la pantalla del ordenador y coge la bebida energética que tiene sobre la mesa para darle un sorbo. Esto solía ser más agradable, tiempo para relajarse y desconectar después de la escuela o el trabajo. 

Eso fue antes de que Jeno empezara a salir contigo. 

Siempre estás por aquí, siempre tirada en el sofá, saliendo del baño que comparten con el pelo mojado y una de las camisetas extragrandes de su hermano. 

No hace ningún esfuerzo por hablar contigo, nunca ha intentado conocer a ninguna de las chicas que entran y salen por la puerta giratoria del dormitorio de su hermano.

No es que tú se lo pongas fácil, siempre saludándolo cuando se cruzan, sonriendo y saludando, incluso pellizcándole la mejilla cuando salías a tropezones y ebria de la habitación de su hermano. 

Lo llamabas guapo, un bebé, un guapo bebé gigante. Se le eriza la piel de pensarlo, acariciándole suavemente la mejilla con el dorso de la mano donde le habías dado un tirón brusco. 

Pasó el resto del día encerrado en su habitación buscando en Internet vídeos de chicas que se parecieran a ti, tu pelo o tus labios, cualquier rasgo minúsculo lo bastante parecido al tuyo como para acariciarse.

"Mírate, Sungie, estás creciendo ante mis ojos". Dices, borracha, tambaleándote de un lado a otro sobre tus pies mientras lo atrapaban en el pasillo de camino al baño. 

No sabía qué hacer ni qué decir. Se apartó de tus caricias con demasiada lentitud y tuvo que quedarse allí de pie tragando gruesos fajos de saliva mientras tú le tirabas de la mejilla y alzabas la mano para darle una bofetada en el otro lado de la cara. "Qué bebé gigante más tierno".

Las fantasías que se habían estado gestando en su mente durante las últimas semanas se desbordaron cuando te acercaste de puntillas y parpadeaste con una sonrisa coqueta en los labios.

Quería agarrarte las muñecas hasta que te dolieran, dejar sus huellas dactilares grabadas para siempre en tus débiles extremidades. Le vino a la mente uno de sus vídeos favoritos, deseando ponerte a cuatro patas y empujarte la enorme camiseta de una banda para descubrirte el culo desnudo, sabiendo perfectamente que andas por ahí sin molestarte en taparte después de que Jeno te deje el cerebro seco. 

Es tan afortunado, siempre consigue chicas como tú, putas fáciles y desvergonzadas desesperadas por llorar en su polla.

Ése podría ser él si tuviera las pelotas de mirarte a los ojos y representar las distintas formas en que se imagina penetrándote. Estaba a punto de decir algo, y apenas despegó los labios hasta que Jeno dejó escapar la oportunidad y te arrastró de vuelta a su dormitorio.