¡ɴᴏ ᴛᴇ ᴄᴀꜱᴇꜱ, ᴍɪɴʜᴏ! [ᴄʜᴀᴇʜᴏ]

16

Chaeyoung miraba orgullosa y feliz, sus tatuajes en ambos brazos y en su espalda baja.

Logró convencer a MinHo a base de besos, postres, mimos y mucho pero mucho sexo. No hubo día en que su mayor no dejó de follarla, inclusive habían incluido nuevos fetiches a la hora de tener relaciones sexuales.

Si algo que le satisfacía a Chaeyoung en demasía, era ser completamente sumisa ante un dominante MinHo.

Su cumpleaños número dieciocho llegó dos días después de haberse realizado los tatuajes, teniendo de compañía al castaño debido a qué aún era menor de edad y él su tutor legal, el cual, en ningún momento apartó su mirada de Chaeyoung ni del tatuador asignado.

YiZhuo estaba enterada de la relación secreta entre ellos, pues, como es su mejor amiga no podía ocultarle absolutamente nada. JeongIn se enteró tiempo después, los únicos que seguían sin saberlo eran los hermanos Kim, aunque SeungMin tenía sus sospechas.

De eso, pasó un mes exacto.

MinHo fue muy atento al llevarla a una cena romántica, inclusive salían más a menudo después de clases. ChangBin como fiel confidente del mayor, lo ayudaba a organizarse respecto a su trabajo. Soyeon también le daba una mano, no podía ni quería que su novio cargara con tanto papeleo pendiente.

—Veo que estás demasiado entretenida...

MinHo apareció minutos posteriores, colocándose detrás de su pequeña a la cual abrazó.

—Obviamente sí, muchas gracias por todo.—menciona sonriente.

Sus manos viajaron hacía los brazos de MinHo, acariciando estos, permitió que el castaño iniciara un camino de besos desde su hombro derecho hasta su descubierto cuello.

—Oye, apenas lo acabamos de hacer. Déjame un respiro, ¿no?.

—Lo sé mi amor, sin embargo, es difícil para mí no tener mis manos sobre tu cuerpo.—dijo al posar las mismas sobre su vientre.

—Amo que me llames así—sonríe. Dirigiendo sus ojos hacía el espejo, vió a MinHo acariciarle el abdomen suavemente—. Algún día cargaré con una partecita tuya y mía aquí.

—Uhum, pero eso será cuando termines tus estudios y nos hayamos casado como debe ser, ¿no crees?.—susurra apoyando su mentón sobre el hombro de la menor.

—¿De verdad quieres casarte conmigo en un futuro?.

MinHo asintió seguro. Sólo bastaba con esperar unos años más para que Chaeyoung se graduara y finalmente se convertiese en la señora Lee.