𝕽𝖆𝖒𝖊 𝐿.𝐷.𝐿.𝑃.

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕹𝖚𝖊𝖛𝖊

La noche siguió mientras las personas poco a poco comenzaron a retirarse, la mayoría estaban completamente alcoholizados y solo unos pocos seguían bailando entre tropiezos y risas, los jóvenes príncipes estaban recostados en una carreta  mientras contaban las estrellas en el cielo, madame Marigold jugaba con algunos sujetos una partida de cartas a unas cuantas mesas de la carreta.

Keneth seguía hablando con los nobles del reino, después de la llegada del gran duque y la gran duquesa, el resto de nobles no tardaron en acercarse para charlar con el príncipe mayor, todos sabían el aprecio que tenía Keneth por los festivales así que tomaron esta oportunidad para hablar con el, Nell por su parte se mantuvo un poco apartado hablando con algunas familias que deseaban renovar sus comercios con el ducado Phantom, siendo el nuevo líder quedaba en el tratar el asunto  pero apesar de eso, mantuvo un ojo en su principe asegurando que todo estuviera en orden.

Internamente el príncipe mayor estaba cansado de estás personas que solo buscan agradarle para obtener favores, si bien esto es algo a lo que está acostumbrado, se sentía molestó porque no lo dejaron ni siquiera disfrutar por completo del festival, miró distraídamente a su alrededor muy pendiente de sus sobrinos y madame Marigold, Nell se veía más confiado conforme hablaba con las personas, podrá ser un excelente guerrero pero en cuanto a política le falta algo de práctica, pero viendolo tan relajado y confiado le hizo sentirse orgulloso, odiaba cuando su cachorro dudaba de si mismo, la inseguridad plantada por su familia causo más daño del esperado.

-Es tan habilidoso majestad -exclamo un baron- además haría una excelente pareja con madame Marigold si perdona mi atrevimiento.

Keneth volvió a la conversación después de escuchar eso, no es el primero ni será el último en decir eso, muchos de los nobles comienzan a presionarlo para contraer nupcias y tener un heredero digno, parece que muchos no están contentos con mis sobrinos y no podrían estar más equivocados, apesar de no estar presente me he encargado de la educación de esos chiquillos, mis pequeñas bestias son unos perfectos mentirosos.

-Eso es verdad, son tal para cual majestad -dijo una noble riendo sutilmente.

-El príncipe Haveron parece ser una copia suya majestad.

-En un futuro espero me invite a su boda majestad.

Esos y muchos comentarios más empezaron a surgir entre todos, Keneth a estás alturas ya estaba acostumbrado, todo el pueblo y la mayoría de los nobles estaban de acuerdo en que Marigold fuera su esposa, mientras el resto de las personas exigían una dama noble de buena familia, durante la conversación no faltaron los atrevidos que ofrecieron a sus hijas como candidatas.

Nell sintió su malestar volver al escuchar todo lo que decían, primero el pueblo y ahora los nobles también, tuvo que tomar todo su autocontrol para evitar una imprudencia, trato de volver a la conversación con las personas frente a el pero comenzaron a preguntarle si sabía de la relación entre Marigold y Keneth, alegando que por ser su mano derecha debía saber más sobre ambos.

El sabia que esto pasaría, sabía muy bien todo lo que los nobles decían y esperaban, sabía muy bien que ante sus ojos Keneth y el son solo maestro y alumno, para algunos eran padre e hijo, sabía muy bien que los nobles no aceptarían que su principe formará pareja con un hombre, sabía bien que en poco tiempo debería asistir a propuestas de matrimonio para Keneth como su mano derecha, sabía todo eso y muy en el fondo sabe que Marigold será la esposa de Keneth.

Lo sabía, siempre lo supo pero no por eso deja de doler, la sensación en su pecho es tan abrumadora que solo quiere irse de ahí, su mente es un lío tratando de serenarse, trata de repetirse una y otra vez la promesa de su principe con el, sabe que no será el único y una parte de el aún está convencida de que solo es temporal, habrá un momento en que su principe se aburrirá de el y quedará en el olvido pero aún sabiendo todo esto decidió arriesgarse, decidió aceptar esta relación y mantenerlo en secreto, Keneth quería hacerlo público pero Nell prefirió guardar silencio de esta forma sería menos doloroso cuando terminara.