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Faltaban tan solo cuatro días para navidad, todos a su alrededor tenían aquella vibra cautivadora de las fechas de decembrinas, con las decoraciones adornando cada rincón, y, los villancicos que daban ambiente a las tiendas le calentaba el corazón

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Faltaban tan solo cuatro días para navidad, todos a su alrededor tenían aquella vibra cautivadora de las fechas de decembrinas, con las decoraciones adornando cada rincón, y, los villancicos que daban ambiente a las tiendas le calentaba el corazón.

Amaba esa fecha, y aunque la disfrutaría sin importar el que, ahora estaba despidiendo a Felix en el aeropuerto esperando no una noche buena, si no, el día donde regrese a su lado.

Había llevado a Pingüi con él, sosteniéndolo fuerte en sus brazos, justo en medio de ambos cuerpos que se despedían de aquella época donde habían estado pegados uno al lado del otro. Era difícil despedir a las personas, por más corto que sea el tiempo de su ausencia y él trataba de que le afectara lo menos posible.

-Cuídate mucho, avísame cuando estés en casa, y deseo que pases una feliz navidad y año nuevo. Disfruta con tu familia, y regresa cuando te sientas listo, aquí te esperaremos-Hyunjin había asimilado bien la situación, y deprimirse por la ausencia tan corta de Felix no debería de arruinar la época. Él regresaría en dos semanas, y después de eso, sus vidas seguirían tal cual las dejaron. Pingüi le haría compañía y podría marcarle cuando lo extrañe. No había razón para sobre exagerar aquella situación.

-Cuídense mucho. Hyun, mi casa y mi hijo queda en tus manos, déjalos intactos. Llámame cuantas veces quieras, no importa la hora-Besó delicadamente su barbilla, pues era hasta donde llegaba sin pararse de puntillas, y con una sonrisa, también besó la cabecita de perrito-Tengan una feliz navidad, y año nuevo. Los adoro.

Su reloj marcó la hora exacta en la que ya debería de estar abordando, por lo que, con un beso rápido en sus labios, se despidió de él. Lo miró desaparecer entre la gente, perdiéndolo de vista en cuestión de segundos. Era hora de regresar a casa y prepararse para navidad.

Era un adiós corto, y a lo mejor estaban exagerando. Hasta ahora, lo mejor para ambos era darse su espacio y pensar bien en los sentimientos que se tienen justo ahora. Quien sabe, y a lo mejor aquella distancia ayude más de lo que puede perjudicar.

Cuando entró a la casa de Felix, se sintió extraño, como si estuviera invadiendo una propiedad privada. Pero no. Estaba ahí porque se lo habían pedido, y permanecería en aquel lugar por un tiempo prolongado.

-Bueno Pingüi, ahora somos tu y yo, mamá Felix tardará un poco en regresar, pero podrás verlo las veces que quieras por video llamada. ¿Sabes que es una video llamada?-El perrito lo miro de forma expectante, tratando de adivinar qué es lo que Hyunjin trataba de decirle. Y él, lejos de sentirse tonto al hablarle a su mascota, se sintió maravillado de que le prestara atención. No entendía como había genta que decía que los animales no pensaban-Si no sabes que es una video llamada, descuida, probablemente hagamos una con mamá Felix cuando llegue a su destino.

Durante todo el día, organizaron la agenda de los siguientes días. Hyunjin iría a casa de sus padres en navidad, y quieran o no, se llevaría a Pingüi con él. Temía que la pirotecnia lo asustara, así que la familia tendría a un nuevo integrante en la cena. Además de que lo tendría que presentar como el nuevo y primer nieto de sus padres. Ansiaba ver la reacción que tendrían. No siempre el único hijo resultaba ser gay y en vez de tener personas como hijos tenía a un perro. Pero no se puede cambiar a la naturaleza con la que se desarrolló.

little paws and freckles  [HYUNLIX]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora