El Caballero y El Vagabundo [Gay]

Capítulo 3

Se había acabado el fin de semana, hoy era Lunes y tenia clases. Éste era mi último año y por fin terminaría la escuela, me levanté y fui al baño. Cuando terminé busqué mi uniforme y me lo coloqué; el uniforme era unos zapatos negros con un pantalón gris, una camisa blanca y un suerter gris, que a su izquierda tenia el escudo de la escuela.
Luego de vestirme baje y mi nana me sirvió el desayuno.

-Daryl, tu padre está buscando un nuevo sirviente, ya que hace falta. -Dijo colocando el plato de cereal Frente a mi-

-No es suficiente con las mucamas que ya hay?

-Pero lo que quiere ahora es un sirviente masculino, que no solo sirva para limpiar , sino para arreglar algunas cosas que no funcionan. -Tocó su frente- Como por ejemplo, se llega a romper la canilla del baño; que él la arregle.

-Bueno ya termine! -Mi nana tomó el plato y lo llevó hacia la cocina, luego volvió al comedor-

-El chofer ya te espera afuera. -Arregló uno de mis rizos- Que te vaya bien! -Me sonrió-

-Gracias nana, nos vemos luego. -La abracé- Luego salí afuera dirigiéndome hacia el auto, donde me esperaba el chofer para poder llevarme hacia la escuela.

... Iba en la limusina mirando por la ventanilla... Miraba a la gente caminar hacia sus trabajos, era un día gris, como todos los días de aquí... De repente veo a alguien caminar, al verlo se me hizo un tanto conocido. Que no era el vagabundo de la otra noche? -Me pregunté confundido- Justo el auto paró en el semáforo, eso me dio más tiempo para poder observarlo.
Caminaba y observaba los negocios y algunas casas... Qué estará buscando? Además lo veo joven, quizás tenga la misma edad que yo.
El auto volvió a ponerse en movimiento y fui mirándolo hasta que se hacia más y más pequeño. Cuando lo perdí de vista y volví a mirar hacia adelante... Después de unos minutos más, ya me encontraba en la escuela.

*Narrado por Bernard*

Caminaba por las calles buscando trabajo, hoy en la mañana lo había decidido, buscaré trabajo hasta encontrarlo, necesito dinero... Caminaba y caminaba por las calles aburridas, cuando me detuve en una casa enorme, muy hermosa. Cuando fijé mi vista en la puerta de la casa, una señora de mediana edad y otro señor discutían... Quien sabe de qué podrían haber estado hablando hasta que preste atención y escuché... "Necesitó un sirviente, no puedo encontrarlo aún" -Gritó el hombre enojado- "Busca y encontrarás" -Respondió la señora-

Luego de eso el señor bufo y camino hasta la calle, subió a su auto y partió.
Había escuchado mal? Estaban buscando un sirviente, y yo podría ser perfecto para eso... Ésta es mi oportunidad! Rápido me dirigí hasta la señora que seguía en la puerta...

-Hola! -Me atreví a decirle-

-Joven -Me miró- Que necesitas? -Dijo dulce-

-Eh oído que el señor busca sirviente, y yo estoy buscando trabajo. -Trague en seco-

-De verdad te ofrecerias? Sería mucho mejor, el señor busca hace días y no logra encontrar...

-Desde luego, busco trabajo, necesito dinero y comida. -Le dije-

-Mira, hablaré con él y le diré que ya tiene una opción. -Me sonrió- Por cierto, te ves un poco cansado y hambriento. Quisieras algo para comer? -Preguntó sonriendo-

-No gracias. -Dije- Sería una molestia.

-No es molestia. Necesitas comer algo y si quieres puedes bañarte, así cuando el señor vuelva le gustaras más. -Pausó- Ven, pasa...

Así fue como acepté y entré a la hermosa casa. Tenía una sala preciosa, llena de lujos y muebles hermosos.

La gentil señora me hizo una seña de que la siguiera, y termine dirigiéndome hacia la cocina. Sacó un pollo del refrigerador y lo calentó.

-Ésto es lo mejor que te puedo dar. -Sonrio- Lo quieres?

-Por supuesto que si! -Miré el pollo hambriento-

-Río... -Disfrutalo-

Llevé un pedazo de pollo a mi boca y estaba delicioso, hace cuanto no comía algo así de rico. Se sintió tan bien, que me lo acabe rápido... Ella me pasó una servilleta y con eso limpie mi boca, cuando se escuchó el ruido de la puerta principal.

-El señor está aquí. -Me susurró- Me levanté y sacudi lo más que pide mi ropa.

Allí me di la vuelta, para encontrarme a un hombre grande, con ropa cara y reluciente. Mirándome a través de sus gafas. El pánico llego a Mí...