-Bernard! -Alguien me llamó- Me di la vuelta para encontrarme con Christine.
Si? -Pregunté--Escuchaste la discusión entre el señor y su hijo? Se que el joven no bajara a comer, puedes llevarle tú la comida.
-Claro que si! -Dije- Yo se la llevaré. -Sonreí-
Será que por fin podré conocer al famoso hijo del señor?
Fui con Christine hasta la cocina, ella me entregó la bandeja con comida, la tomé y me dirigí hacia las escaleras, hasta que llegué a la puerta de la habitación. Toque dos veces y luego de unos segundos escuché...
-Quién es? -Dijo una voz detrás de la puerta-
-Vengo a traerle la comida joven. -Dije-
-Oh... -Pausó- Puedes dejarla ahí?
-Emm... Claro! -Busqué una mesa cerca y coloque la bandeja con comida- Listo! Está en la mesa junto a la puerta.
-Gracias... -Dijo- Y no volvió a escucharse nada más. Suspire y me di media vuelta regresando hacia las escaleras.
Como puede ser que en todo el día no pude ver ni una sola parte del rostro del hijo del señor? Baje las escaleras y volví a la cocina donde Christine seguía cocinando.
-Pudiste ver al joven?
-No... -Dije un poco decepcionado- No he podido verlo en todo el día. -Suspire-
-Él también quiere conocerte. -Me sonrió Christine-
-De verdad? -Pregunte admirado-
-También ha preguntado por ti...
-Sonreí- Cómo me dijiste que era su nombre? -Pregunté-
-Se llama Daryl! -Sonrió-
-Bonito nombre. -Sonreí- Cómo es él?
-Bueno pues... -Tomó un plato- Él es muy hermoso, tiene un bello cabello rizado color chocolate, lindos ojos verdes, de verdad que si es hermoso. -Sonrio- Es tierno y talentoso...
-Vaya! -Sonreí- Quiero conocerlo...
-Pronto lo harás Bernard. -Dijo Christine-
-Eso espero... -Susurré-
-Bueno, es tu descanso!
-Ya? -Pregunté-
-Si, por ser el primer día, además te ves agotado. Por qué no vas a recostarte en la cama?
Imaginarme el suave colchón me hacia pensar en salir corriendo a mi habitación y tirarme sobre él. Por fin podría dormir en una cama, no podía esperar, pero la realidad era que todavía necesitaba comer.
-Me encantaría ir corriendo a la cama. -Dije- Pero la verdad es que... Tengo hambre.
-Me lo hubieras dicho antes. -Exclamo- Ya te doy de comer!
Tomó un plato y ahí sirvió un caliente arroz, al verlo la boca se me hizo completamente agua, se veía sumamente delicioso. Apenas Christine dejo el plato ahí, comencé a comer.
-Y dime Bernard, de dónde vienes? -Me preguntó-
-Mmh... -Dije con la boca llena, espere a hablar y tragué- Es una larga historia...
-Tengo todo el tiempo.
-Bien, pero... Necesito que no se lo digas a nadie.
-De acuerdo! -Dijo algo insegura-
-Bien... Como empezar... Yo vivía con mi padre, madre y mis hermanos. Y cómo decirlo, mi padre nunca me dejó hacer nada, siempre me decía que hacer, siempre me daba ordenes, y a medida que el tiempo pasaba yo me iba cansando hasta que llegó el punto donde cumplí 18 años. Yo ya estaba cansado de mi padre y pensé, tengo 18 soy mayor de edad, puedo hacer lo que quiera -Suspire- Entonces un día lo enfrenté -Pause-
Recuerdo que yo le dije que estaba cansado de sus ordenes, y me quería ir de la casa; él me dijo que lo hiciera, que no le importaba en lo absoluto, entonces me decidí y lo hice. Me escapé de mi casa, pero prometí volver por mi madre, y desde los últimos meses he vivido en la calle, apenas con poca comida, durmiendo en el suelo, hasta que me transformé en un vagabundo. -Miré el suelo- hasta hoy, cuando la escuché a usted y al señor hablando sobre que necesitaban un sirviente, sentí que era mi oportunidad de poder comer, dormir, tener un trabajo y poder tener dinero, y algún día poder volver por mi madre. -Suspire-
-Wow... -Dijo Christine- Eso fue duro.
- Como no tienes idea...
-No te preocupes. -Me abrazó- Aquí estarás bien y no te faltará nada.
-Gracias, y gracias por el trabajo, no se que estaría haciendo ahora sin esto...
-Agradece al señor, que él dio el "Si" -Sonrió- Bien, ahora a dormir.
-Si... -Reí- Que duermas bien Christine!
-Tu también Bernard... -Pausó- Hasta mañana!
Volteé y me dirigí al pasillo de las habitaciones, hasta que llegué a la mía. Entré, saqué mis zapatos y me recoste sobre la cama. Que increíble sensación!
Christine era una persona muy buena y muy gentil, en tan poco tiempo siento como si fuese mi segunda madre. De verdad que hoy fue un día lleno de sorpresas, pero aún falta algo, se me viene a la mente ese chico, el hijo del señor.Daryl... -Suspire-
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NOTA
Y con un suspiro les dejo este capítulo mis queridos lectores. Espero que la historia les esté resultando interesante.
Saben desde ya que me lo pueden ir haciendo saber!Feliz día, tarde, noche o madrugada. Mis buenos deseos siempre hasta donde se encuentren.