CAPITULO 13

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CAPITULO 13

"PARA CREERSE INFIEL ES PRECISO CREERSE AMADO"

Jean–Baptiste Racine

***

–Creo que deberías ponerte un abrigo, esta helado afuera –me dice Valentine

–Estoy bien así amor –su cara se tensa.

Salimos al centro de la ciudad.

– ¿Amor? –suelta mi mano mientras caminamos

–Sí, ¿Qué tiene de malo? –siento un nudo en la garganta y apenas puedo seguir hablando.

– No puedes amarme Alison, te dije que no lo hicieras, creí haber sido claro –está enfadado. Nunca lo vi así.

–Sé que me lo dijiste, pero no pude evitarlo –me paro en la acera y el sigue caminando unos pasos más. – ¿tú no sientes lo mismo?

–No Alison, era diversión, siempre lo fue, ni siquiera sabes donde vivo por dios del cielo, no sabes nada de mi –las lágrimas salen a montones de mis ojos, siento que me tirare al suelo a llorar en plena calle.

Atino a decir algo, no sé qué, pero algo. De pronto Valentine da otro paso hacia la calle en el preciso instante en el que un camión pasa.

Grito, grito con todo mí ser y pido ayuda, pero nadie me escucha, nadie me ve. Él tiene que estar bien, tiene que estar bien. Veo su cuerpo aun lado de la acera. Está manchado de sangre. Me aterra acercarme, necesito que este bien. Corro hacia él, pero incluso a esta distancia sé que... no puedo concluir mi pensamiento. No soy tan fuerte.

Las sirenas se oyen a lo lejos. Cada vez más cerca, cada vez más fuertes. Que alguien les diga que ya es muy tarde. Pueden llevarnos a ambos a la morgue. Sí, a los dos. Porque yo acabo de morir con él.

El ruido de las sirenas es insoportable, que alguien lo pare. Por favor. Por favor, no lo soporto.

Abro los ojos.

Pesadilla.

Tengo lágrimas en la cara y me duelen los dientes por la presión de mi mordida. Me escuecen las manos, noto la marcas de mis uñas en las palmas. Estoy agitada y la cabeza se me parte en dos pedazos. La sirena suena. Es mi maldita alarma.

No puede ser, empiezo mi turno de trabajo hoy. Voy a llegar tarde sino me apuro.

Me ducho rápido y salgo sin desayunar. Prácticamente corro al café, no llegare tarde mi primer día. No puedo permitírmelo. Debo haberme dormido como a las siete u ocho no más de eso. No me di cuenta que estaba tan cansada.

Cuando llego, saludo a mi jefa formalmente. Sé que no tengo que ser formal con ella. Ha pasado más de una vez por mi casa para hablar de huelles perdidos con mama. Pero siento que tratarla de otra manera es impropio. Además no quiero que piensen que estoy acomodada. De hecho lo estoy, pero me siento mejor cuando es mi secreto y ya.

Me estaba empezando a desacostumbrar al trabajo. Pero me agrada estar de vuelta. Se nota la ausencia de Annie, que aún está de vacaciones.

Mi mañana me resulta de lo más productiva. Haber comenzado el trabajo nuevamente me ha alegrado. Salgo de mi turno con una sonrisa radiante.

Esta húmedo hoy. Pero no voy a dejar que eso me desanime.

Me dirijo hacia el teatro. Debo explicar mi ausencia de ayer, pese a que no estaba en mis manos cambiar las cosas siento un poco de responsabilidad.

Al abrir las puertas, todo parece normal, llego justo a tiempo pero ya están en el escenario vestidos y posicionados. Deben haber comenzado un poco antes. Me apresuro al frente y siento las miradas en mí. No lo entiendo ¿me miran con desaprobación? No, es... ¿compasión?

Bed Of LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora