CAPITULO 15

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CAPITULO 15

"LA BELLEZA EXTERIOR NO ES MAS QUE EL ENCANTO DE

UN INSTANTE. LA APARIENCIA DEL CUERPO

NO SIEMPRE ES EL REFLEJO DEL ALMA."

George Sand

Le devuelvo el cambio a una señora mientras su endemoniado hijito llorisquea a los gritos.

–Que tenga buen día –la despido.

La señora tan solo se va, sin contestarme. No puedo culparla, ese niño era insoportable. Me pregunto cómo seré yo de madre. Teniendo en cuenta mi tendencia a cuidar me imagino que no muy mala. O quizá sí, cuidar no lo es todo. Hay que enseñarle valores y principios y rogar que los mantenga con el paso del tiempo. Podría hacerlo. –Por dios Alison John el hombre te dice que te ama y tú ya quieres hijos, sosiégate –me recrimina mi subconsciente. Tiene razón, es un poco demasiado pronto para pensar en eso ahora. Aun así me intriga saber cuál sería la postura de Valentine frente a ello.

El lunes por la mañana sacare una cita con el ginecólogo para que me proporcione pastillas anticonceptivas. Es lo correcto cuidarse.

– ¿Alison vienes a comer? –me gritan desde las cocinas. Me acerco y comparto el almuerzo con mis compañeros. Como siempre, suelo estar ausente en las multitudes. Pienso en anoche y en la declaración de Valentine. En como en cuestión de minutos pensé que mi corazón se paraba y luego volvía a latir con fuerza.

El resto de mi día pasó de lo más tranquilo. Estoy aburrida como una ostra. Y los pocos clientes que están parece que no se moverán dentro de rato. A veces envidio el trabajo de las meseras, es más divertido y más dinámico, por el contrario el mío es estático y aburrido. Pero creo que a mí me pagan más. Me entretengo a duras penas jugando solitario en la computadora que tengo al frente. Me imagino que el resto del local me verá con cara de concentración pensando que estoy haciendo algo de suma importancia. Pero no. Podría aprovechar para actualizar mi biblioteca de música. Voy a la mochila en busca de mi móvil, no pasara nada si me ausento un minutillo. Hurgo dentro y me topo con el recorte de diario. Me quedo apreciándolo por un segundo. Eric me dijo que no se llevaba bien con Valentine. Pero que fue la que más duro. Por ende en algún momento algo hizo que la relación caducara, y mi incestuosa curiosidad quiere saber por qué.

Vuelvo a la caja y una pareja mira el espacio vacío con mal humor. Que impacientes es la gente hoy en día. Les cobro y se retiran. Ahora puedo seguir con mis planes.

No se cómo averiguar algo más, asique comenzaré por buscar su nombre. Samanta Greg. No me salen noticias como la del recorte que sostengo, pero si hay algunas fotos. Era preciosa, muy similar a la chica en el techo del Florian. No puedo sacar mucha información de las fotos, necesito algo más concreto. Refutando mis teorías veo una foto con la misma mujer sentada en un banco en una especie de heladería o peluquería. Maddison's . El nombre me suena de algún lado pero no puedo recordar de dónde. Lo busco en internet pero nada sale.

Pienso en los locales cercanos a mi antigua casa. Pero había suficientemente pocos como para recordarlos todos. Y estoy segura que este no era uno de ellos.

Veamos, no he estado en muchos lugares en mi vida. Solo distintas zonas de Ciudad Oeste. Las opciones son, la periferia de mi antigua casa, la periferia del mi actual casa, y a periferia de la casa de Mat. El primero ya está descartado, la cosa esta entre el segundo y el tercero. Tengo una mezcla de recuerdos de ambas zonas, pero ninguna relacionada a Maddison's. Que extraño.

Me ausento nuevamente para ir a las cocinas.

–Mark –el, por lo que he entendido, ha vivido mucho tiempo en el centro de la ciudad.

–Dime niña –esta sudado. Y revuelve una especie de salsa que huele deliciosa.

– ¿Conoces algún lugar llamado Maddison's? creo que es una heladería.

–Mmm ¿sabes en que zona se encuentra? –se sujeta la barbilla de manera pensativa.

– No, no lo sé. Me preguntaba si quizá era algo de por aquí.

–No, definitivamente no. Hay 20 heladerías en el centro de la ciudad. Y créeme que me las conozco todas –dice pasándose una mano por su estómago.

–Bien gracias. –retomo mi trabajo.

Al igual que todos los sábados, soy la última en quedarme. Marisa baja al cabo de unos minutos y se ofrece a cerrar la caja. Le agradezco y huyo a mi casa.

Creo que sé de qué manera buscar para que me salga algo. Podría ir a una hemeroteca pero esa idea me parece trabajosa. Y no tengo el tiempo.

Llego a casa y apenas entro enciendo el computador. Pongo en el buscador –Maddison's San East – es el barrio de Mat. No es tan lejos de aquí. Pero no para ir a pie. Debería tomar el metro.

La información esta vez sí aparece. Hay varia fotos y una dirección. La anoto en mi teléfono y lo guardo. Me siento tan detectivesca.

Llaman a mi puerta. Debe ser Valentine. Quedamos en cenar juntos.

Pongo la clave en la laptop y guardo mi móvil en la mochila, bien oculto como el recorte. No sé por qué se lo estoy escondiendo. Eric me dijo que el tema le disgustaba. No quiero disgustarlo pero quiero saber. Y no me detendré hasta averiguarlo. No ignoro que mi vida no cambiara después de saber información de esta mujer, pero al menos habré saldado mi ignorancia. Y no hay nada mejor que llenar un vacío de desconocimiento con saber. No importa cuán irrelevante sea ese "saber".

Abro la puerta.

–Buenas noches señorita, traje vino.

–Mmm, tenía pensado no dejarte entrar, pero ahora que veo que has venido con presentes lo reconsiderare –él se ríe y entra.

Cocino para los dos una pasta con salsa rosa que me enseño Mark el cocinero.

–Esto esta delicioso Ali. –le devuelvo una sonrisa de gracias.

–Tengo una sorpresa para ti –me dice. Mi curiosidad sale a flote.

– ¿Qué cosa? –lo miro entornando los ojos. ¿Por qué siento que estoy en un juego?

–No te lo diré hasta mañana a la noche –injusticia.

–Eso no es justo, no puedes dejarme así. –le replico

–Si puedo y lo hare, eso hará más interesante la sorpresa –levanta sus cejas y toma mi mano. Estoy enojada ahora mismo. Odio con mi alma que me dejen con intriga.

–No me caes para nada bien en estos momentos.

– Eso puede arreglarse –se levanta de su silla para besarme. Y todavía tiene esa mirada juguetona en su perfecta cara. No puedo resistirme a eso. No puedo resistirme a él.



Bed Of LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora