Cada día, cada vez que cierro mis ojos lo recuerdo, recuerdo cada momento que pase con él, cada risa que compartimos. Fue increíble cada día contigo Dave.
-Marcos.
- Hijo vas tarde - Escuche a mi padre gritarme desde la cocina, di algunas vueltas en mi casa. ¿Por qué la cama es tan adictiva? - Marcos no me hagas tirarte agua otra vez - mierda, si lo hará. Me pare de inmediato gritándole ¡ya me levante! Para dirigirme al baño, puse música de fondo para ducharme a gusto... mala idea. - ¡Marcos te doy 5 minutos! - grito mi padre tocando mi puerta.
- Ya nadie puede ducharse a gusto - pensé.
Salí, para buscar algo simple para hoy. Una camisa blanca, unos jeans y tenis negros. - Simple pero me gusta - me mire al espejo y empecé a posar frente a él, me levante la camisa y me di cuenta que estoy engordando un poco, tengo que correr en las tardes de vuelta.
- Eres igual a mí - mi padre sonreía, en eso tenía razón era su viva imagen de el en adolescente. Alto, Cabello castaño, ojos cafés y solos que él no está quemado por el sol. - Ahora, nos vamos o te dejo limpiando la casa todo el día -
Corrí de inmediato al auto, me puse el cinturón y toque la bocina - Ricardo, tienes 30 segundos para subir al auto - trate de imitar la voz de mi padre, el solo rio. - Ni siquiera tienes las llaves - dijo mostrándolas - 10 segundos - de nuevo tocando la bocina del coche -
-Ya, vámonos - encendiendo el auto y dirigiéndonos a la universidad. -Nunca te daré el auto si sigues sin poder levantarte - Como le encanta a mi padre burlarse de eso. - Pero me alegra que aun necesites de mí -
El camino a la universidad fue calmado, yo y mi padre tenemos una excelente relación, desde niño ha sido así. Llegamos, me despedí de él y dirigí mi curso al mi aula, para descubrir que aún era muy temprano solo estaba la chica rara y el bello Dave. - podría comerlo si tan solo no estuviera la rara de Andrea - lo dije sin pensarlo.
- Puedo oírte marcos - dijo Andrea.
Salte del susto al escucharla al lado mío. - ¡Maldita sea Andrea! ¡Casi me matas! - con respiración agitada. - No te enseñaron a no escuchar pláticas ajenas - le reproche ya más calmado.
Ella solo se encogió de hombros - Controla primero tus hormonas tigre, es un aula de clases - mierda, escucho lo de dave. - Además él también lo escucho - señalo a dave.
- Ella tiene razón - dijo riendo, mostrando lo que más me encanta, su sonrisa perfecta. - Pero es un encanto saber lo que piensas de mi - me guiña el ojo al acabar.
Mi cara parecía un tomate en este momento, no solo escucho lo que dije sino que también estaba encantado de escuchar eso. Yo solo reí nervioso mientras mi mente creaba imágenes de dave y yo usando el aula no precisamente para estudiar. - Déjenme en paz -
- Mucho gusto dave - dijo la rara de Andrea - Y si me dices la rara Andrea te rompo las piernas -
Sentí un escalofrió al recordar lo que hizo al último chico que se burló de ella, pero bueno conoció a su novia ese día valió la pena para él. Recuerdo que trate de ser amigo de Andrea pero no se dio... aparte porque desde aquí hasta Italia se nota que le encanta mi amigo Armando, pobre chica no sabe que su caballero podría pintarle sus uñas. Es muy linda, no entiendo porque está sola la mayor parte del tiempo además solo usa negro...
- Que bonita forma de presentarse Andrea - dijo con sarcasmo - Aunque preferiría que otra persona me rompiera algo - Me guiña el ojo.
- Es un aula recuerden - nos miró a los dos.
- Que bonita forma de hacerte mi amigo dave - ahora yo lo decía con sarcasmo - ¿y porque te cambiaste de universidad? - Pregunte.
- Salí con la hija del director mala idea - dio negando con la cabeza - Me estaba ganado un enemigo muy poderoso.
- No pierdes el tiempo - Andrea solo reía desde su lugar - ¿y qué paso con la chica?
- Era lesbiana, yo solo era la distracción para que viera a su novia a escondidas. Pero su padre era insoportable así que deje eso - soltando un suspiro.
- Que historia - dije, realmente escuche poco, en si culpo su belleza que me distrae.
- por cierto, ¿estás ocupado hoy marco? -
Oh dios, dime que no es lo que estoy pensando.
- No, ¿Por qué? - Pregunte fingiendo tranquilidad, cuando por dentro gritaba de emoción.
- Tu amigo armando me invito al cine hoy, pero dijo que puedo invitar a alguien más y pensé en ti - Muero, con lo de la cita y al final su sonrisa me declaro muerto.
A veces me pregunto qué hubiera pasado si yo me hubiera dado de sus intenciones en primer lugar. Todo sería muy diferente....
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Play With Me
General FictionMarcos Hernández un chico de 19 años, al ver Dave inmediatamente pone sus ojos en el. Con ayuda de su mejor amigo Armando logra conocerlo sin saber que fue muy mala idea.