Capitulo 11: "Dulce mañana"

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Lo tomé de la cintura y lo pegue mas a mi cuerpo. sus gemidos eran música para mis oídos, sentir su cuerpo unirse con el mio era la mejor sensación del mundo. joder amo a Emmanuel y el me ama a mi.

- Dame mas... no pares se siente tan bien. mientras el se movía mas rápido, eso me dio a entender que lo penetrara mas fuerte. saque mi pene para luego clavárselo tan duro que salio un grito ahogado de el. - Marco, sigue por favor no pares.

Después de fuertes embestidas me corrí en el abdomen de Emmanuel, para darle un beso antes de que cayera exhausto.

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- Marco, pequeño dormilón despierta. - Emmanuel trató de quitar la sábanas pero jalo muy fuerte que hizo que Marco cayera junto con ellas. - ¡Lo siento! - pero sólo recibió un ronquido de parte de marco, aún después de caer de la cama seguía durmiendo en el piso frío. - Levántate el piso esta fría.- un marco medio dormido empezó a balbucear cosas que no recordaría al despertarse como era de costumbre.

- Las sábanas después de toda la acción de ayer siguen tibias. - se coloco en posición fetal cobijándose con las sábanas. - Dormir es sagrado.

Una sonrisa en la cara de Emmanuel se formó. - y yo que preparare el desayuno. - inmediatamente Marcó se puso de pie para besar a Emmanuel. - Tu si sabes como levantarme.- Emmanuel río.- Déjame adivinar...¡Comer es sagrado!

- Amarte si.- cargando de sorpresa a Emmanuel.- Después de comer el desayuno que hiciste, te comeré a ti. - besándolo mientras caminaba, fue mucha suerte que no tropezaran en el camino.

- Mi vida estuvo en riesgo. - exagerando de forma graciosa la situación. - Pude morir. - riéndose de Marcos use sea ahogaba de risa con el jugo. - Respira y cálmate, que ya no tengo lapidas.

- Ahora entiendo porque desapareció la camarera que me coqueteaba cada vez que comías ahí.- Riéndose ahora el de la cara de desagrada que se hacía en la cara de Emmanuel cuando mencionaba a esa chica. - Venga ya, que sólo te quiero a ti.

- lose marco, soy irresistible.- Poniendo una mano en su cadera y sonriendo como si estuviera una cámara imaginaria.- Debería ser ilegal.

- ...- No se cómo pude aguantar la risa, hasta que Emmanuel se dio cuenta y me vio con una cara de "Sigues y salgo con el empresario que me manda regalos que tu devuelves enseguida".- El empresario no es más guapo que yo.- haciendo puchero.

- En eso tienes razón... Pero tiene dinero.- Riéndose de mi.

Lo tomé de la cintura y lo arrincone a la pared y inmediatamente ataque, un beso tierno que tarde o temprano en mi bien claro esta, se volvió en un beso salvaje que pellizque uno de sus pezones para oír un dulce gemido de Emmanuel.

- Sabes que en un chasqueo de dedos puedo tirar su empresa ¿Verdad?- Dije pellizcando más fuerte su pezón el sólo gemía. - ¿Quien te ama?- Pellizcando ambos pezones.

- ....tu...- Con dificultad podía hablar, solté los pezones y me empece a carcajear fuertemente.- Te amodio.- Ahora el hacia puchero.

- Emmanuel, hoy iremos con Andrea no lo olvides, sabiendo a ciencia cierta que lo había olvidado.

- Para nada, se que hoy me toca cuidarla, además te amo también cuando estas enojado cuando olvido cosas.- Depositando un beso rápido en mis labios.

Tengo la extraña sensación de que se le había olvidado, en fin no voy a negar que parece honesto.

- Deja de verme así, esta bien si se me olvido. - Cubriendo su cara con la caja de cereal.

- Lo sabía.- Esbozando una sonrisa de victoria.

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