Amar a tu arma como a tu esposa

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RESUMEN

Donde Kafka y Soshiro son esposos, y Kafka se convierte en un arma numerada.

Esto es más una reflexión de Soshiro ante la eminente realidad, los altos mandos y el hecho de que ahora es viudo.

TEXTO DE TRABAJO

Trata  tu arma como a tu esposa. Cuida tu arma como a tu esposa. Amala como a tu esposa.

Soushirou estaba familiarizado con eso, antes de que Kafka Hibino apareciese había cuidado sus armas como sumo cuidado. Con Kafka entendió el significado de esa maldita frase: “trata tu arma como a tu esposa”.

Es a esto a lo que se referían, con su esposo habiendo sido reducido a una mera caja sellada. Incluso después de su muerte no lo dejan en paz; debió haberlo visto venir cuando se sugirió que Kafka se convirtiera en un arma numerada, esa primera vez, cuando Kafka se había arriesgado a salvarlos a todos de la explosión, exponiéndose a sí mismo y sacrificando su secreto para ayudar a otros. Debió haberlo sabido.

El Kaiju no. 10 se lo había dicho riendo, se había burlado de su portador, en una de las pocas veces posteriores a la gran pelea y derrota del no. 9, el ardor de una buena batalla no socovo su amargura.

Mirando ahora, comprende más de lo que puede. Todos son unos malditos hipócritas, estos superiores son y serán lo peor. Soushirou entendió, apretando sus puños y sintiendo sus uñas romas clavarse en la palma de su mano por las incontables batallas. La capitana tenía razón, era una crueldad inusual por parte de ellos.

Recuerda a la capitana Ashiro gritando.

“¡No voy a permitir esto!” Nina golpeó el escritorio con sus manos “Esto es demasiado cruel!” Sus demandas no fueron escuchadas, aún cuando mintieron descaradamente sobre su protesta siendo debidamente tomadas en cuenta. Patrañas.

Esperó afuera de la sala, imaginando el rostro furioso de su capitana.

“Primero se niegan a entregar sus restos a su esposo, y ahora quieren convertirlo en un arma numerada.” Y la discusión siguió, sorprendentemente.

Los de arriba tienen mucho poder, e incluso su propio apellido no haría nada contra ellos.

Recuerda el amargo final. Kafka dió todo de él hasta el final, hasta que no pudo más; todos habían unido fuerzas para acabar con ese nuevo kaiju que el no.9 había dejado atrás. Él mismo peleó más de lo que debería haber hecho, hasta que sangro más por el sobre esfuerzo y haber alcanzado el 100% con el arma numerada 10.

Cuando la pelea acabó solo quedaban escombros de lo que alguna vez fue una ciudad, muy pocos edificios parecieron sobrevivir a la destrucción. Kafka cayó, se encontraba muy lejos para atraparlo, pero allí estaba la capitana Ashiro para atrapar a su mejor amigo de la infancia. Y lo que vino después solo fueron los movimientos apresurados de los científicos de la base moviéndose de un lado a otro y la terrible confirmación.

“Sin signos vitales”

Sí, incluso después de muerto no lo dejaron en paz.

Era esto a lo que su esposo había sido reducido, una puta caja de bronce tan clinica como podrían ser cada una que contiene un arma numerada. Saben que mienten cuando le dicen que la prueba de prueba de compatibilidad fallaba en todos; sabe que hay soldados y oficiales mejores capacitados para llevar un arma numerada, más actos, menos apegados de Kafka. “Vicecapitan Hoshina” los ve mirar muchos papeles “Eras el más cercano al Kaiju No.8, pensamos que serias más compatible con su arma numerada.”

Los odia.

¿¡Lo más cercano!? ¿Es así como veían su matrimonio? Qué pasaba con Nina, Soushirou sabe lo importante que era la relación entre esos dos.

No los escucha realmente después, aún viendo lo que su aprensivo Kafka se había convertido, en como perciben su matrimonio… Está viudo ahora. Y ellos hablan. “Como el Daikaiju más fuerte de la historia registrada en Japón, sería malo para este país si su arma numerada no encuentra un usuario adecuado” Compatible, no dicen.

“Por favor, no dejen que el sacrificio del oficial de las Fuerzas de Defensa Kafka sea en vano” Los odia, los aborrece. Usan su carta más sucia contra él, saben que no se negará.

Ignora las quejas de Nina cuando acepta, una sola mirada entre ellos parece dar mil palabras y finalmente ella cede dando un paso atrás, por primera vez, de los años que conoce a Nina, la ve retraerse, ¿por qué?.

Miró hacia abajo y abrió el estuche.

Oh.

Oh.

Bastardos.

El traje y un par de espadas gemelas le devuelven la mirada desde su cómodo lugar en el estuche. Él lo sabía, desde el momento en que lo buscaron, desde que No.10 se burlo de sus pensamientos y le recalco la triste realidad.

Era eso, la razón por la que Nina parecía retraída, aterrada. Lo habían planeado, desde un inicio; que el arma numerada 8 la usara Soushirou. Sus manos tiemblan y el estómago se le revuelve, y la taza de café que tomo antes de venir parece buscar salir. Dos espadas, incluso si hubieran encontrado a otros usuario compatible iba hacer difícil que usaran las armas que acompañan el traje. No habría nadie tan efectivo como él. Nadie mejor que él.

Es una burla, lo sabe. Quien mejor compañero que el de vida.

Lo que viene después es lo mismo, pruebas y pruebas. Compatible al 100%. Lo único que lo consuela es que, al igual que su esposo, eran hermosos, su traje, sus espadas, igual de brillantes y azulados que cuando Kafka era un Kaiju.

Bien, él puede hacerlo. No importa cuanto pese su corazón. Amará a Kafka en todas sus formas.

Y si alguien lo ve hablarle a sus espadas, simplemente lo ignoran.

Si es Reno o Nina quien lo ve solo asienten antes de irse.

Y no se deja derrumbar de No.10 cada que están sincronizados, él parece comprenderlo.

Nadie cuestiona lo que hay después. Si es que Soushirou comienza a cuidar sus armas numeradas 8 como a Kafka, como a su esposo, todo es igual.

Amará sus armas como a su esposo.

One-Shot de kaiju no8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora