One-Shot de kaiju no8

Una idea equivocada

Resumen:

Reno Ichikawa se encuentra con su vicecapitán mientras busca chocolate caliente.

Texto de trabajo:

El nuevo recluta de la fuerza de defensa, Reno Ichikawa, luce horrible hoy. También se siente horrible hoy. Solo lleva en la base cuatro semanas y se ha contagiado de gripe. La enfermería de la base, aunque está repleta de medicamentos avanzados, no tiene su remedio favorito, el chocolate caliente. Con la cabeza palpitando y la nariz tapada, Reno se dirige a la tienda de conveniencia más cercana. Quiere que sea una experiencia de compras rápida de entrada y salida.

El joven oficial se queja de su miserable estado mientras camina por la tienda. Luego gira hacia el pasillo donde se encuentran los paquetes de chocolate caliente y... ¡Oh!

Reno se congela y sus músculos se tensan.

De pie frente a Reno se encuentra el vicecapitán Hoshina, que observa distraídamente los objetos que hay en un estante.

Hasta ese momento, Reno nunca había imaginado que los oficiales superiores entraran a las tiendas como personas normales. ¡Ver a Hoshina fuera de un entorno laboral es simplemente extraño!

Reno considera abandonar el pasillo y regresar una vez que su superior se haya ido. No es que no le guste Hoshina, pero cree que el hombre es… más excéntrico de lo que puede manejar. Cuando Reno está a punto de irse, la cabeza de Hoshina se gira en su dirección.

—¡Esto es una sorpresa! Hola, Ichikawa. —La voz de Hoshina tiene su habitual vitalidad. Sus ojos parpadean y se abren brevemente, sus iris de color púrpura oscuro escanean el rostro de Reno antes de ocultarse nuevamente.

—Um, hola, señor. ¡Tanto por mantener un perfil bajo! Reno hace todo lo posible por ignorar lo sudorosas que se ponen sus manos mientras entra al pasillo para buscar el chocolate caliente. Puede sentir los ojos ahora ocultos de Hoshina sobre él y hace todo lo posible por no parecer intimidado. Reno espera que su máscara facial oculte su incomodidad mientras busca a tientas. Los minutos que pasan se sienten más como horas.

Ahora, Reno empieza a ponerse un poco frenético.

¡No encuentra ninguno! ¡¿Qué demonios?! ¡Normalmente los paquetes se encuentran en estos estantes!

“¿Qué estás buscando?” La pregunta de Hoshina sobresalta al hombre enfermo. Había pensado que Hoshina se habría ido del pasillo, pero, por supuesto, se quedó para ver a Reno agitarse. Hoshina encontró que todas las luchas de sus subordinados eran muy divertidas.

—No es nada importante, señor... —Reno preferiría no tener que explicarse. Maldice mentalmente sus antojos de chocolate. Lo último que necesita ahora mismo es más burlas por parte del vicecapitán.

Hoshina se detiene un momento para observar el estado desaliñado de Reno. Reno espera que el otro hombre lo deje en paz.

—¡Tonterías! No te molestes en ocultarme nada —grita Hoshina alegremente. Sin embargo, debe notar la angustia en los ojos de Reno porque agrega un tono menos alegre—: ¿Todo bien, Ichikawa?

Los ojos de Reno se mueven nerviosamente a su alrededor mientras reúne el coraje para confesar. Hoshina lo mira directamente todo el tiempo. Espera a que Reno hable, sonriendo, pero indescifrable. Eso hace que las palmas de Reno estén el doble de sudorosas.