One-Shot de kaiju no8

Despacho del solsticio

Resume1n:

Hoshina es un Maestro Agua del Norte que se ha dedicado al estudio e investigación de los espíritus. Cuando el Avatar Szeto se niega a abandonar las tierras de la Nación del Fuego, Hoshina toma la decisión de intervenir y ayudar a la gente a lidiar con los problemas relacionados con los espíritus. Después de haber reunido a un equipo de (en proceso de convertirse en) profesionales, son llamados a la Tribu Agua del Sur y se les encomienda la investigación y la posible eliminación de un espíritu que ha sido avistado en las montañas.

Cuando la desgracia cae sobre Hoshina, este conoce a un aliado inusual, pero increíblemente amistoso. ¿Qué secretos le guarda este recién llegado a Hoshina?

"Vayan hacia el norte, al centro del continente. Más allá de las montañas Twin-La, encontrarán a la bestia", dijo el líder de la tribu Agua del Sur, Laktua.

Soshiro había recibido una carta del hombre hacía menos de un mes, solicitando los servicios de su equipo. Desde que el avatar actual había decidido egoístamente quedarse y arreglar el mundo roto que eran las Familias Gobernantes de la Nación del Fuego, los Espíritus y las bestias de diversas naturalezas han estado sobrepasando sus límites y han decidido tentar a la suerte con la paciencia humana. Soshiro había pasado la mayor parte de una década reuniendo personas con habilidades expertas y una conexión espiritual instintiva con el propósito del alma de llenar una fracción de lo que deberían haber sido los deberes del Avatar. Su grupo era pequeño, pero tenía un potencial inmenso. Hasta ahora consistía en un Príncipe Maestro Fuego llamado Narumi, un hombre desilusionado con la idea de convertirse en el jefe de su poderosa familia; Kikoru, un joven prodigio del control de la tierra plagado de visiones espirituales del más allá; Haruichi, otro maestro agua del continente del Reino Tierra con... métodos poco convencionales de control; y Aoi, un monje viajero que recogieron a lo largo de sus viajes que había considerado que su causa era noble.

Habían seguido a su guía hasta donde ella los llevara por las colinas nevadas hasta la base de las montañas que ahora tenían la tarea de cruzar. Narumi se quejó de la tarea monumental que les esperaba y había tratado de convencer al grupo de que dejaran que Kikoru construyera un túnel a través de la base de la montaña. La idea fue rápidamente descartada porque, si bien tenía talento, no era lo suficientemente fuerte como para soportar la carga mental y física que vendría con la impresionante hazaña. Sin perder más tiempo, Soshiro, con la ayuda de Aoi, se ató los cinturones e instruyó a todos sobre los conceptos básicos del montañismo. Ya era un largo viaje cuando llegaron a lo que se consideraba el punto medio, pero finalmente llegaron a la parte más empinada de las montañas que continuaban escalando. Estaban tratando de apuntar al punto más bajo entre los dos picos más grandes, ya que ahí es donde se reportaban la mayoría de los avistamientos del espíritu.

Soshiro tenía una sensación incómoda sobre este trabajo desde que recibió la carta. Incluso después de confirmarlo con el jefe de la ciudad, toda esta tarea que tenían por delante se sentía fuera de lugar. Para empezar, parecía que este espíritu en cuestión no había hecho nada que justificara una respuesta tan drástica que ordenara su ejecución. Soshiro tuvo que explicar y recordarle a Laktua varias veces que no ejecutaban espíritus . Intentaron apaciguarlos o antagonizarlos lo suficiente como para que se dieran la vuelta y huyeran a otro lugar. Pero el jefe parecía firme en ver que este supuesto espíritu nunca volvería a rondar los límites de su ciudad costera y que todo esto se haría antes de que el festival del solsticio de invierno se pusiera en marcha. La inquietud de Soshiro había llegado al punto en que sentía que estaba culpando a la mala energía que provenía de esta solicitud de cada pequeño obstáculo y bache en el camino. No era de los que eran completamente supersticiosos. Después de todo, no toda la mala suerte se debe a un espíritu enojado. En este viaje aún no había encontrado nada que pudiera cambiar su opinión sobre el asunto.