12. Fiestas.

229 15 0
                                    

—¡Hablaba con Ethan, maldita sea!, ¡me gusta Ethan y estoy tremendamente confundida, eso es lo que sucede!— dos semanas después, sus palabras retumbaban por mi cabeza, junto con nuestra pelea. Decidimos que hasta que no aclarara sus ideas, era mejor no hablar del tema. Fue el peor momento para enterarme, porque estas dos últimas semanas eran las de exámenes que hacían cada más o menos 6 semanas durante el semestre, así que no salí mucho de la habitación y fueron semanas poco interesantes. Claramente chateaba con los chicos y los veía al desayuno, pero no era lo mismo. Hoy, viernes, último día de exámenes, salí con los chicos a una fiesta, quedamos de encontrarnos en la casa, directamente. Calum llegó primero para poder estacionar, yo llegué de segunda junto con Michael en un taxi, y luego llegaron Ashton y Luke.

—Hola chicos.— los abracé.

—Hola Em.— se oyeron al unísono

—Los chicos están adentro jugando a cualquier juego que los obligue a tomar, así que no les prometo que estén conscientes.— medio reímos. Yo era tan precavida que desde ya pensaba en cómo llevaríamos a casa a esos dos. Casa. Y pensar que aquellos chicos me hacían sentir en casa en una residencia con una compañera de habitación con la que no hablo hace dos semanas, menuda gracia. Esbocé una sonrisa mirando a la nada acompañada solo de mis pensamientos, y me aseguré de que lo notaron cuando sentí que me miraban raro —Juro que no he bebido.— se echaron a reír un poco aliviados.

—Y entonces ¿qué pasa por esa cabecita?— preguntó Ashton pegándole a mi cabeza como si estuviera hueca. Decidí reír, ya que preferí guardarme mis pensamientos cursis.— Iré a por una cerveza, ¡Tendrás que conducir el auto de Calum, Em!— dijo mientras se adentraba en la casa, y noté su sonrisa al ver mi cara de horror.

—Cálmate Em, era solo una broma.— dijo Luke riendo.

—Jaja, sí, lo sabía.— mentí, y si no estuviera tan preocupada, como ya dije, por llevar a tres chicos borrachos, estaría riéndome de mí misma.

—Relájate, vamos a buscar a los chicos.— dijo Luke con una sonrisa. Cuando encontramos a los chicos agarré una cerveza, sabiendo que no tomaría mucho, disfrutando del espectáculo tan ridículo que representaban Calum y Michael. De cualquier manera, sentí la mirada de Luke encima mío, decidí quitarle importancia y tomé un poco de aquel amargo líquido.

—No sabía que tomaras.— dijo, y sin saber descifrar su tono le respondí

—No lo hago, solo en algunas ocasiones. Aún no entiendo porque tú no lo haces, nunca.

—Eso es una larga historia.

—Y qué suerte que no pienso emborracharme porque quiero oírla.— dije enarcando una ceja mientras tomaba un sorbo de mi bebida.

—Otro día.— me guiñó un ojo, y yo me derretía con ese gesto. El tan solo medio vaso de cerveza que se encontraba por mis venas ayudaba tan poco que me mordí el labio inferior sin poder controlarlo. Sí, definitivamente era tan mala copa que solo me tomaría un vaso. Luke y el alcohol no eran la mejor combinación.

—Tómate una cerveza.— dije atrevidamente, terminando mi vaso de un sorbo.

—No, eso sí que no.— dijo

—No dejaré que te tomes más de una, o dos... Yo no beberé más así que prometo controlarte.

—Solo una, eso es todo.— agarró una cerveza y tomó un sorbo.

The Conservatory || Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora