La tierra virgen.

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Sus ojos eran margaritas marchitas,
Que nunca volverían a florecer.
Su mente era gris,
Como las nubes de Noviembre,
Y siempre más que a veces,
Producen lluvias,
En un intento fallido de revivir su mirada.
La lluvia baja por los montes melancólicamente rosas roceados con pecas,
Bajan por su barbilla causando una catarata hacia su cuello.
Luego esta su sonrisa,
Hecha de perlas falsas,
Por a nadie le gustaba su sonrisa,
Por eso nadie le creía cuando sonreía.
A nadie le gustaban esos pequeños lunares,
Eso que cubrían todo su cuerpo,
Nadie sabía que si los unías podías formar una constelación.
Su cuerpo era un ecosistema sin equilibrio,
Su vida una densa neblina.
Ella era muchas cosas,
Pero nadie se dio cuenta.
Ella se veía hermosa en ese ataúd.

Flores, Luna y, estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora