Flores, Luna y, estrellas.

Los "siempre" de mi vida

Siempre me ha llamado la atención el caos y el dolor del amor, ese sentimiento que te desgarra por dentro pero que te reconstruye a respiros y es que ese es mi tipo de amor, el que te desnuda el alma y te ve a los ojos, el que con secretos te abre los ojos y te los ciega, que te recoge del piso mientras te sagran las rodillas de tanto orarle a cada santo y Dios por un milagro, ese amor es el mío, ese amor es el de nosotros. Siempre me ha dado curiosidad la coquetería y el morbo del amor, el jugueteo de las miradas y la sensación de cada toque, esos toques que hacen que te nazcan rosas entre los labios y estrellas en los muslos, esas miradas que se vuelven borrosas, esas miradas que te desnudan el alma a parpadeos. Siempre me ha fascinado como los dos se mezclan y crean esos momentos que por noches no me dejan dormir o me despiertan en la madrugada, me llama la atención como por tiempo limitado soy todo lo que quieren y necesitan, me asombra como de un momento a otro pueden vivir tanto tiempo sin mí cuando antes no podían olvidarse del sabor de mi cuello o del sonido de sus nombres en mí voz, he tenido que enamorarme más de nueva vez y creer que cada uno es diferente para darme cuenta de que la diferente soy yo y ellos siemplemente no pueden fingir por mucho tiempo ser diferentes.

Es de mi atención e interés el día en que un chico de verdad se desnude ante mí y de a poco me deje ver cada herida y hueco que lleva dentro, cuando uno de verdad me mire a los ojos y pueda ver cada mar y cada amanecer que ha pasado, solo así sabré que realmente no estoy sola en el mundo y desgarrare cada tela de juicio que quede entre nosotros y me entregare una vez más a lo efímero que esta vez puede que sea eterno.