Rosas Bajo Garras [TRILOGÍA]

Susurro del viento

Capitulo II

Al amanecer Sophie emprendió su misterioso viaje y bueno quien soy yo para meterme en sus asuntos , realmente ella siempre logra confundirme con tanto misterio, pero bueno, hay que ver el lado positivo de las cosas, almenos no me va a pegar con su bastón cómo un dueño a su perro sarnoso todo el dichoso tiempo.Mientras estoy acostada,envuelta por mis sábanas,me pierdo en un mar de pensamientos e incómodos recuerdos.

°°°

Juego tranquilamente en uno de los rincones de la ciudad con una peluca de color negro puesta para así podría ocultar el color de mía cabellos,escondida tras unos barriles,usando breve porción de magia para levantar una hoja y varias ramas.De pronto siento un golpe seco,alguien debe de haber caído,cancelo cualquier indicio de magia visible para evitar ser vista por alguna persona que estuviera a mi alrededor,Sophie me ha explicado mil veces que es un peligro para mi ser vista,al observar,pudo ver como un anciano ha caído al suelo,no noto ningún rastro de ebriedad en él y decido acercarme para ayudarle,debe de haberse caído por la edad,es lo más seguro.

-Señor,¿Se encuentra bien?-le ayudo a levantarse cuando de pronto su sombrero vuela a una corta distancia a causa de la brisa del viento para saludarme ,no dudo un segundo y voy a tomarlo.

-Gracias niña,es bueno ver que ayudas a un débil anciano,tus padres deben estarte educando bien,los huesos viejos no acompañan

Me acerco para devolverle su sombrero al señor ,para mí sorpresa este se queda asustado al verme,parecía que había visto al mismísimo demonio salir de su cueva

-¿Se encuentra bien señor?-miro hacia detrás para ver a quién le dije esa mirada tan aterrada,y a mi sorpresa solamente veo la peluca,la cual había caído al suelo con el saludo del viento,en cambio no veo a nadie y aprovecho para volver a mirar al anciano con la duda.Si detrás de mí no hay nadie...¿A quién mira sí?.

-Tu...tu...tu..tu cabello-traga saliva-tu no eres...una de nosotros,¡eres una de esas criaturas!

-¿Una de nosotros?¿Criaturas?¿de qué me está hablando?

Ahora sí creo que la caída y la edad están afectando al señor

Extiendo las manos para devolverle el sombrero al señor de manera educada,pero este troglodita, lo toma con prisa y de manera brusca-¡Aléjate de mi mounstro!,no harás más que volver a traer la desgracia a este reino-el anciano sale corriendo a cuánto sus ancianas y débiles piernas daban

-¿Mounstro?...yo solo...quería... ayudar-una lágrima se desliza a lo largo de mi mejilla mientras el viento se materializa un poco para poder ver una tenue forma, como si de niebla se tratase ,una niebla triste arrepentida por haber sido la culpable de aquel incidente.Tomo la peluca y salgo corriendo en dirección a lo que considero casa

Recuerdo perfectamente que esa fue....la primera vez que fui despreciada por alguien,cuando realmente,solo quería ayudar...

Una vez ese irritante y asqueroso recuerdo se esfuma de mi cabeza no puedo hacer más que sentarme en la cama, intentando sacar las fuerzas de cualquier parte de mi cuerpo,de donde quiera que estén,para poder levantarme y tener un día "normal" como siempre.

-Realmente...nunca he entendido ¿por qué los humanos desprecian a lo diferente?,aún cuando así,nunca lo diferente le ha hecho daño...

Me levanto y dedico un tiempo para eliminar el estado somnoliento, y bueno....con la ayuda de mis habilidades logro organizar la cama y proceder a mi típico aseo para no consumir demasiado tiempo.Nunca he sido la típica mujer que se siente cómoda estando encerrada en casa,me siento extraña siempre que estoy cautiva,motivo al cual me lleva a una de mis actividades diarias favoritas,salir a dar un paseo por ahí, a sentir el aire fresco, lo amo.Antes de salir,me dirijo hacia mi habitación, abro un baúl ,en el cual conservo mis objetos preciados.Una vez abierto,tomo mi espada de plata,envuelta en una que otra sábana blanca para evitar daños o que se empolve.Coloco la espada entre en unas fundas especiales para evitar daños en la misma y me coloco una capa poder camuflar lo que es y en donde se encuentra,no quiero llamar la atención por tener un arma encima,sería un colmo en este reino que una mujer portara un arma,que estuviera en su poder,o peor aún,con conocimientos sobre lucha y magia,eso sería un total escándalo que podría peligrar mi vida.Utilizo mi icónico hechizo para cambiar el color de mi cabello, desearía haber conocido este conjuro y haber tenido el maná suficiente para haber podido usarlo años atrás, así me hubiera evitado mil problemas,sin más rodeos voy manos a la obra,a practicar al bosque.El camino es bastante incómodo, no acostumbro a portar un arma conmigo, y menos una tan pesada, eso sin contar el crujido de hojas y ramas que se encuentran dispersos en el suelo.Una vez llego al punto del bosque que considero adecuado tomo mi arma dispuesta a comenzar mi entrenamiento.Intento blandirla,todo es un total desastre,un fracaso enorme, pues lo único que consigo es caer una y mil veces.