Capítulo 1.

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"Me he enamorado.
Me he enamorado por primera vez
Y esta vez que es real.
Me he enamorado, sí.
Dios sabe que me he enamorado." - Queen.
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—Ánimo, cariño. — Decía mi madre. — Todo saldrá bien. — Sus palabras de apoyo me daban un poco de seguridad.

Solté un suspiro nervioso. — Tengo miedo. — Admití.

— ¿Miedo a qué, cariño? — Preguntó claramente preocupada.

— A que no me quiera. — La poca confianza que mi madre me había dado se esfumó.

— Lo hará, yo sé que así será. Ahora deja esos nervios de lado. Sal por esa puerta y ten la mejor noche de tu vida. — Una sonrisa se plantó en mi rostro.

— Eres la mejor mamá. — Le besé la mejilla. — Nos vemos.

Hice de tripas corazón y salí de casa, el único lugar donde me he sentido seguro, estos últimos años. Con los nervios a flor de piel caminé por las calles de la colonia donde yo vivía, con destino la casa del chico que amo. La noche era perfecta, estaba el cielo despejado y las estrellas hacían que fuera una atmósfera romántica, perfecta para una declaración de amor.

«Vamos, Kells, esto es pan comido» Apoyaba mi yo interno. Todo esto es fácil. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que diga: "no, no quiero volver a verte en mi vida, me das asco" y después que el mundo entre en un apocalipsis. Bueno no.

¡Ya Kells! Deja de pensar esas cosas y piensa positivo.

Supongo que han de estar un poco perdidos, así que si una historia se contará tiene que iniciarse desde el principio, aunque una historia no tiene inicio, ni fin, pues uno como persona y narrador, decide desde que punto va a mirar hacia atrás y hacia el frente. Así que yo decido que iniciaremos desde aquella mañana en que lo vi por primera vez.

Se veía tan ajeno al mundo, como si nada de lo que pasara a su alrededor le afectara. Caminaba por la acera justo frente a mí, llevaba unos auriculares y tarareaba una canción. Creo que soy un candidato a acosador. Es tan típico ir caminado por la calle, toparte con un chico realmente guapo y zorrearle a morir. ¿Notaron el sarcasmo, verdad?

Sentí que estaba en el Nirvana, porque él parecía un ángel sacado de ahí.
Me puse a su altura en una esquina, ya que el semáforo estaba en rojo para el pase peatonal.

— Oye, disculpa. — Me llamó. Dios, hasta su voz era sexy. Sus ojos parecían el mismísimo cielo, tan infinitos y azules. — ¿Sabes dónde queda la Universidad Peltz? — Preguntó. — Soy nuevo en la ciudad y no sé donde queda. — Rascó su nuca, él hizo que un gesto tan sencillo y casual como ese, se viera tan jodidamente sensual.

— Yo voy para allá. — Informé. — Puedo acompañarte, si quieres — Ofrecí.

— ¡Asombroso! — Exclamó. — Por cierto; Soy Andrew, pero dime Andy. — Se presentó.

— Soy Kellin — El semáforo se puso en verde y comenzamos a caminar con dirección a la universidad.

Cuando llegamos, le acompañé hasta la oficina del director y una vez ahí, me agradeció, por mi parte me fui al salón de clases.

La La Love ® || Kandy Quiersack || BoyxBoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora