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Heechul se encontraba revolviendo los papeles tendidos sobre el escritorio, presentía que de entre toda aquella información se le había escapado algo, un dato un nombre que le llevara a quien con tanto empeño buscaba.

Pero después que realizó esa llamada de ayer, su cabeza quedó hecha un caos de preguntas sin respuestas, necesitaba entrevistarse con L. Hyukjae lo más pronto posible. El problema era que si alguien lo viera rondando por Stock Hall, lo pondría en la mira y no podría pasar desapercibido para lo que pensaba hacer.

- ¡Rayos! Esto será más difícil de lo que pensé. – se quejó Heechul –. aquí tengo que aparentar la persona que antes fui, con la carga de esa familia que me desea ver muerto.

Una sonrisa de lado que más bien parecía una mueca de ironía se asomó en su boca al recordar su pasado, ese pasado del que terminó huyendo y que ahora, por él lo enfrentaría de nuevo, sólo por él.

- ¿Dónde estarás? – se preguntaba Heechul, mientras terminaba de vestirse.

Se dio una última mirada al espejo, observándose por completo.

- Tanto he cambiado... - susurró -. ¿Cómo se verá Andrew? Habrá cambiado tanto como yo... espero que no.

Desde sus cortos cabellos rubios, hasta su alegre forma de vestir. Sus rasgos se endurecieron un poco con el pasar de los años y con la tristeza de su corazón. Se veía más sobrio y más elegante con los cabellos obscuros como los llevaba, para el trabajo que había elegido era lo mejor.

- Si Andrew me viera ahora, ¿me reconocería?... – seguía observándose al espejo. Sus ojos habían perdido aquel brillo que Andrew provocaba en sus tiempos más felices y su mirada, siempre parecía estar triste -. El mismo Donghae me lo ha dicho, he cambiado demasiado desde la primera vez que me vio. No creo que Andrew me reconozca sin saber que soy Cassey.

Sería el primer día en su nueva comisaría, se presentaría ante su nuevo Jefe, el cual le presentaría a sus nuevos compañeros. Vaya sorpresa que se llevarían todos pues seguramente se sentirán amenazados por él. Pero Heechul los entendía, el mismo había sufrido ese temor pues en ese tipo de profesión se era muy celoso de sus empleos y de lo que cada uno se traía entre manos.

Esperaba que no fuera muy difícil acoplarse a su ritmo de trabajo, pero sobre todo que sus compañeros no se lo hicieran difícil.

- Este va a ser un día muy largo. – dijo Heechul.

Sin embargo, él estaba dispuesto a pasar por todo ese escrutinio, porque su profesión le gustaba y porque era la única manera de llegar a lo que tanto deseaba.

- No importan los medios... lo importante son los resultados. – se repetía a sí mismo.

Recordando los momentos en que HoDong lo encontró en aquellas terribles condiciones en su pasado. Su hyung le había enseñado todo lo que él era ahora, pero no se dejaba de preguntar cómo habría terminado de no ser por él, evocaba sin pensar esos recuerdos que le eran lastimosos.

Como por mucho tiempo el libertinaje y la sola idea de encontrar la salida más fácil para su sufrimiento lo era todo en su vida, viviendo una vida miserable, sin sentido, hasta que toco fondo.

Un día al no pagar uno de esos encarguitos para su consumo que le hacían su sufrir más llevadero, se resistió a pagarlo por el estado inconsciente que le provoco. Para este tipo de gente nada era justificable, siquiera un buen consumidor constante se podía librar del castigo de no pagar a tiempo.

Mantuvieron a Heechul secuestrado y torturado por varios días, pero al darse cuenta que nadie respondía por él, decidieron dejarlo libre esta vez: pues les servía más vivo que muerto. Lo dejaron ir no sin antes dejarle bien claro que otra como esas no se la perdonarían, después fue abandonado en una zanja de desagüe de uno de los barrios más viejos de la ciudad de Londres.

LOST HEART ➞[sichul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora