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Kibum rodeo con sus brazos a Jo Kwon que ya estaba demasiado alterado, su cuerpo temblaba entre sus brazos y en poco tiempo comenzó a llorar. Los golpes eran evidentes, pero sabía que Jo Kwon no le había dicho todo y el necesitaba saber toda la verdad antes de irse contra el Choi. Porque era obvio que lo haría, nadie se atrevía a tocar a su princesa sin recibir castigo.

Poco a poco el pelirrojo fue calmando sus sollozos, hasta que sus temblores también cesaron, Kibum se atrevió a seguir preguntando.

- Vas a contarme todo, por favor. – aunque Kibum se lo había pedido de buen modo, Jo Kwon sabía que siempre le hablaría de esa forma, jamás a gritos; pero bien sabía que también era una orden.

- Yo solo quería divertirme con Xi, tú sabes lo mucho que me gusto. – mientras Jo Kwon hablaba, Kibum secaba las lágrimas que habían quedado en sus mejillas con su pañuelo -. Deseaba que tú también te divirtieras. – terminó por decir tímidamente.

- ¿Planeabas traerlo?

- Sí, pero no era necesario golpearme. Por un simple amante en turno, golpearme a mí que soy descendiente de la mafia Rusa. Con eso el muy seguramente pensara que puede pasar sobre ti, ya lo ha hecho. – el pelirrojo arrojo un poco más de su veneno, intrigando contra Siwon, no le costó trabajo hacer caer a su hermanastro a sus influjos -. Esto no se puede quedar así Kibum, me lastimó.

Jo Kwon se abrazó a Kibum y comenzó a llorar nuevamente, él sabía muy bien que lo que deseara, lo lograría más rápido con lágrimas.

Kibum no lo resistió más, lo aparto de su cuerpo y silencio sus sollozos con sus labios, besándolo con ternura. Lo que había tratado de hacer no fue con tan malas intenciones, Jo Kwon deseaba agradarle, cumplirle un capricho y Choi Siwon, se había atrevido a golpearlo de esa forma. La sola idea de que hubiera puesto un solo dedo sobre el pelirrojo le molestaba.

- Lo hare cariño. – ver las lágrimas amontonadas en su rostro, encendió la ira en Kibum. Mataría al Choi por haberle tratado de esa forma.

Y de nuevo, Kibum se dejó llevar por labios que lo enloquecían, aquellos que cada día besaban su piel y recorrían su cuerpo llenándolo de satisfacciones, aquellos que en su sexo lo llevaban al éxtasis y le hacían olvidar la noción del tiempo. Los labios de Jo Kwon siempre serian su perdición.

El pelirrojo pasó sus manos por detrás del cuello de Kibum para acercarlo más y profundizar más el beso, hasta dejar de pensar con claridad lo que ambos hacían en aquella oficina. En su mente solo se encendía la idea de seguir con el beso y llegar hasta sus últimas consecuencias.

- Kibum... - susurro Jo Kwon su nombre entre el beso.

Terminaron recostados sobre el sofá, Kibum cubriendo el frágil cuerpo de Jo Kwon sin dejar de tomar sus labios, prolongando el beso hasta que ambos se quedaron sin aire y en ese momento sus miradas se encontraron. En ambos existía el deseo ardiente de poseerse, pero mientras en uno existía también un amor infinito y adoración, en el pelirrojo había satisfacción de haber logrado su cometido.

Jo Kwon volvió a retomar el beso mientras Kibum comenzaba a desvestirlo, donde iba descubriendo piel, sus manos llenaban con caricias. El pelirrojo también comenzó a desabrochar la camisa y la tiro lejos de su vista, pasando sus manos por los músculos que se marcaban en los brazos que sostenían su propio peso, ese abdomen marcado en el cual gustaba de pasar su lengua.

Se dejaría hacer, pues estaba seguro que Kibum haría justo lo que él deseaba. Los días de tranquilidad del Choi y su amante, estaban contados.

* * * * *

Cuando se despertó, Heechul no estaba a su lado, pensó que se había ido como pasaba después de pasar la noche juntos. No sería diferente, pero le hacía sentir mal. Pero cuando salió al living, allí estaba con el pijama que había tomado la noche anterior y acurrucado contra el respaldo del sofá. Se acercó a él y este lo abrazo. Así pasaron varios minutos hasta que oyó el estómago de Heechul pedir por alimentos y se percató el mismo de su apetito.

LOST HEART ➞[sichul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora