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Kangin sabía que tenía muchas cosas que esconder, pero esa noche nada le importaría.

¿Qué si el chico era un policía que lo metería en la cárcel a la menor oportunidad?

¿Qué si él era parte de un importante cartel en Londres? ¿Qué si en cualquier momento lo podrían descubrir y encerrar? ¿Qué si en vez de encerrarlo moría?

Porque podía suceder. La vez pasada estuvo muy cerca, los rusos atacaron directamente Alone Importations y no fue agradable, la gran ventaja que tenía, es que era un fantasma. Como Kangin existía en una casa apropiada en los suburbios, con un labrador dorado y unas latas de cerveza en su refrigerador, pero como Youngwoon, vivía en un pent-house en una zona cara del distrito de Gangnam en Seúl. Porque Youngwoon no vivía en Inglaterra. Todos los datos de su empresa eran manejados con sede en aquel país que había visitado una vez, pero no tenía importancia en ese momento.

No cuando los labios de Jungsoo se encontraban peleando con los suyos en la parte delantera de su casa. Cuando sentía sus cabellos ser jalados en los finos dedos de su amante y el mismo colaba las manos debajo de la camisa de cachemir que llevaba el policía.

Había deseado este momento desde que lo vio en aquella fiesta. Y después de eso, la primera vez que lo invito a salir, pero desistió al ver que no lo había llevado a su departamento sino a otra casa. El día que estuvieron a punto de hacerlo, la llamada de Henry advirtiéndole movimientos sospechosos en Alone Importations fue lo que lo detuvo. Pero esta noche nada lo haría.

- Estas pegajoso. – le susurro sobre los labios pues podía sentir el sabor del refresco de cola colarse entre ellos y como sus manos se comenzaban a adherir por el dulce a la piel contraria.

- Quítamelo. – lo incito el policía, no tenía la más remota idea de cómo el detective se había puesto tan... cooperativo.

- Lo que órdenes. – no podía pensar claramente. La miel se empezaba a hacer realmente pegajosa y Youngwoon deslizo la lengua por el cuello de Jungsoo retirando a su paso la cola que había.

Comenzó a descender la mano por los pantalones mojados de Jungsoo, colándola por debajo de sus glúteos y bajando más para enredarla en sus muslos, obligándolo a subir la pierna a sus caderas, Jungsoo no se quejó de los movimientos, y ya todo comenzaba a ser más real, a ser de verdad, sin tontas interrupciones que no los dejaran terminar o distracciones que malograran la noche.

Kangin tomo la otra pierna del mismo modo que la anterior, lo que Jungsoo comprendió y dio un pequeño brinco para ayudarle al más alto a sostenerlo sin mayores problemas. Kangin empujo al mayor contra la pared, para poder acomodarlo mejor sobre sí mismo y comenzar a llevarlo por la casa.

Lo sostuvo todo el tiempo en brazos, pues en realidad el policía no era muy pesado y él iba al gimnasio todos los días. Al pasar por el comedor, Kangin choco contra la mesa y en ese proceso las sillas del lado contrario se cayeron de espaldas, haciendo que Jungsoo se riera sobre sus labios.

Justo cuando dejaron atrás ese caos, las piernas colgantes de Jungsoo tiraron una lámpara que había en la entrada de la sala, dejando a oscuras esa parte de la habitación, las carcajadas de Kangin se volvieron suspiros cuando sintió los labios ajenos sobre el cuello.

La escalera y el pasillo no se salvaron de los destrozos que iban llevando consigo y su pasión. Tiraron un cuadro que colgaba en la escalera y Jungsoo estrello su cabeza contra una lámpara colgante que estaba un poco baja, haciendo que algunos de sus cristales cayeran al suelo. Entre risas y suspiros Kangin atravesó la habitación principal, en la que el mismo dormía y se adentró al cuarto de baño.

El baño era espacioso y blanco. La regadera estaba separada del resto de la habitación por paneles de cristal, creando un espacio agradable para bañarse. Kangin no espero siguiera que se quitaran la ropa o dejar a su compañero en el suelo, lo metió directamente aun colgando bajo el chorro de agua el cual se estrelló contra los dos mojándolos aún más, retirando los restos de coca cola y haciendo que sus cabellos se pegaran contra sus rostros. Siguieron besándose por un rato más, saboreándose mutuamente.

LOST HEART ➞[sichul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora