Desde hace un tiempo, un joven le ha pedido a Karin pequeños trabajos fuera de su oficio como prostituta. La constante cooperación, ha hecho que ella se enamore de él, aunque sabe que difícilmente alguien se enamoraría de ella. Sin embargo, nace una...
Como se los he prometido, esta semana habrá actualización de dos historias. Esta, evidentemente, es una de ellas, y aunque me habría gustado actualizar tres, sólo conseguí completar los capítulos de dos historias. Sin embargo, espero tener la actualización de la tercera historia para la próxima semana n.n
Hubo una breve pausa con esta historia, pero volveremos a las actualizaciones mensuales. Espero que aún siga siendo de su agrado.
Sé que pronto estaremos en febrero, sin mencionar que es un mes corto, así que estaré trabajando en estos días con la continuación n.n
No haré larga la espera, así que los dejo con la actualización n.n
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Sasuke me besó con una sed que no le había conocido antes y sus manos viajaron quemando mi piel de tal forma que sentía que iba a incendiarme. Mi cuerpo reaccionaba a él y sé que el suyo hacía lo mismo con mis besos y caricias porque podía sentir cómo su deseo crecía.
La ansiedad de Sasuke era tal, que incluso comenzó a desgarrar las prendas que vestía sin detener sus labios y sus manos que cada vez tenían más libertad sobre mi piel que quedaba al descubierto, y para ese entonces, yo había olvidado la gardenia que seguía entre mis piernas, por lo menos hasta que mi entrepierna quedó al descubierto.
No es que Sasuke se hubiese detenido al verla, porque en ese momento su rostro estaba clavado en mi cuello, sino que una de sus manos se dirigió a mi parte sur y debió sentir la flor.
—¿Qué es esto? —me preguntó aún agitado y deseoso de volver a la tarea.
—Es mi recibimiento —respondí en un susurro seductor, abriéndole la camisa rompiendo los botones y al segundo siguiente, él se quitó el resto de la ropa de un tirón, se echó una de mis piernas al hombro y me embistió furiosamente clavando su mirada en la mía.
Toda la noche me hizo suya una y otra vez hasta que nuestros cuerpos no pudieron más, y la pobre gardenia roja quedó destrozada debajo de nosotros.
Creo que jamás había dormido tan plácidamente como aquella noche, no sólo por la felicidad causada por la noche apasionada, sino que todo el tiempo tuve sueños maravillosos.
Mi despertar, fue más o menos igual de feliz, pues Sasuke seguía a mi lado abrazándome, así que quise acurrucarme en su cuerpo y volver a dormir, pero uno de los sirvientes llegó llamando a la puerta y se oía apresurado.
—Señor, señora, por favor —pedía el sirviente.
—¿Qué ocurre? —pregunté dispuesta a levantarme para solucionar el problema sin despertar a Sasuke y poder volver a sus brazos, pero él ya había despertado y no me dejó levantarme.
—Un sirviente de la mansión Uchiha está afuera exigiendo hablar con el señor Uchiha. Dice que si no baja, vendrán a arrestarla.